IU-SUMAR

Maíllo evita confirmar a Yolanda Díaz como líder de Sumar y emerge como “figura de consenso” en la izquierda

El coordinador de IU limita su liderazgo al plano institucional mientras algunos hablan de la era "post Yolanda Díaz"

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en la Asamblea Federal en que fue elegido, el pasado 19 de mayo.

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en la Asamblea Federal en que fue elegido, el pasado 19 de mayo. / EFE

El fracaso de Sumar en las elecciones europeas abrió un terremoto a la izquierda del PSOE cuyas últimas consecuencias aún están por verse. La onda expansiva llevó primero a la dimisión de Yolanda Díaz como máxima responsable del partido Movimiento Sumar para centrarse en su papel en el Gobierno; la organización asumió después su nuevo rol en la mesa de partidos, renunciando al protagonismo al que aspiraba inicialmente; y ahora está en duda el propio liderazgo de la vicepresidenta segunda del Gobierno dentro del espacio, cuando algunos actores empiezan a asumir el comienzo de la era "post Yolanda Díaz".

La noche electoral del 9 de junio, donde Sumar logró tres escaños frente a los dos de Podemos, abrió un "tiempo de reflexión" en la izquierda que se saldó con el paso atrás de Díaz. Ella misma presentó su decisión como una forma de priorizar su labor en el Gobierno para, en último lugar, "ganar las próximas elecciones generales".

Estas declaraciones abonaban la tesis de que la gallega repetiría como candidata de Sumar en los próximos comicios. En su propio entorno dejaban abierta la puerta a que fuera cabeza de lista en unas generales, insistiendo también en que continuaría ejerciendo como líder en el Gobierno y tratando de zanjar el "debate sucesorio". Mientras, el portavoz parlamentario de Sumar, Iñigo Errejón, la definía como el "máximo activo político y electoral" del espacio.

Esta postura choca de bruces con las posiciones de Izquierda Unida, que a día de hoy evita avalar a la ministra de Trabajo como máximo referente de la coalición. El nuevo coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha evitado en los últimos días ratificar el liderazgo político de Díaz, reconociéndole únicamente su buen papel a nivel institucional como coordinadora del ala minoritaria del Gobierno de coalición, pero eludiendo cualquier aval más allá de esos estrictos términos.

"NO QUIERE DIRIGIR"

En distintas entrevistas en los últimos días, Maíllo se ha esforzado en eludir y aplazar el debate sobre quién debe liderar el espacio más allá del PSOE. Una de las últimas declaraciones tuvo lugar este mismo lunes en Canal Sur. Preguntado por quién debería llevar las riendas de la coalición Sumar, Maíllo evitó confirmar a Díaz como candidata, asegurando que "no toca" ese debate "porque no hay un horizonte electoral inmediato". Un horizonte que, aunque no se admita públicamente, sí contemplan en las filas de IU, donde creen que la situación política en Cataluña podría desestabilizar el tablero y provocar un adelanto de las generales en los próximos meses.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, interviene en el acto de Sevilla. A 2 de junio de 2024, en Sevilla (Andalucía, España).

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, interviene en el acto de Sevilla. A 2 de junio de 2024, en Sevilla (Andalucía, España). / Rocío Ruz - Europa Press

En el mismo sentido, y con más rotundidad se expresó este fin de semana: "Si tú acabas de dimitir, la voluntad que tú expresas es que no quieres dirigir un espacio político. Es sentido común", respondió Maíllo a preguntas de eldiario.es, al ser preguntado sobre la legitimidad de Díaz para seguir liderando la coalición Sumar. Una respuesta que cerraba la puerta a la continuidad de la gallega como referente del espacio a la izquierda del PSOE.

También reclamaba no dar por hecho ningún nombre ni "imponer" candidatos. "No toca ahora el debate y no hay que descartar nada, ni imponer nada. Lo mejor que podía darse es que se haga un trabajo de tal calibre, que nadie cuestione quién deba ser la persona que represente", defendía este lunes en El Mundo, preguntado sobre si Yolanda Díaz debía ser la candidata. Una manera de dejar abiertas todas las opciones, en un abanico donde algunos empiezan a situarle a él mismo.

"AMORTIZADA"

Mientras el discurso público del máximo dirigente de IU pasa por eludir este debate, algunas voces de la dirección de IU admiten en privado que la gallega está "amortizada para negociar candidaturas conjuntas" y gestionar las alianzas en la izquierda después de su experiencia de "mala gestión interna" de Sumar en los últimos meses.

El máximo exponente fueron las negociaciones de la candidatura europea, que tensaron al máximo las costuras de la coalición, llegando a amenazar con turbulencias en el propio Gobierno después de que IU, Más Madrid y Compromís diseñaran una propuesta de lista conjunta al margen de Díaz, que al recibirla montó en cólera y amenazó con salidas de ministros.

A día de hoy persiste el "enfado generalizado" en Izquierda Unida, que reclama tener un "papel importante" en la mesa de partidos. Ya durante la campaña electoral, algunos dirigentes destacados de IU aludían a la "era post Yolanda Díaz", abriendo el debate sobre quién debería asumir el papel, al considerar que la gallega "no puede seguir liderando el espacio".

Pero las razones para poner a Díaz en tela de juicio no entroncan sólo con su gestión con sus aliados de Sumar. También entra en juego la mala relación que mantiene con Podemos, con quien IU ve necesario tender puentes en el espacio como la única forma de garantizar la resistencia electoral de la izquierda alternativa.

"FIGURA DE CONSENSO"

En este sentido, apuntan en IU al modelo francés de un Frente Popular que aúne al espacio de izquierdas, advirtiendo de la autoridad que Maíllo tiene y presentándolo como una "figura de consenso". En la formación advierten de lo "imposible" de un acuerdo entre Díaz y Podemos, y advierten que quizá sí sería posible "con otra figura" como Maíllo, a quien consideran un perfil "más parecido a Julio Anguita", que "antepone lo colectivo a lo individual". En este sentido, apuntan a que el líder de IU "no genera rechazo" a ninguna de las partes y podría situarse como clave de bóveda de un reencuentro de la izquierda.

En un escenario donde "los puentes entre Sumar y Podemos están rotos por completo", avanzan que el nuevo coordinador de IU asume "ese papel de conciliación" para llegar a un entendimiento: "Maíllo va a jugar ese papel de aglutinar a la izquierda para el próximo ciclo político", avanzan desde el partido.

Antonio Maillo en un acto junto a Yolanda Díaz en la campaña de las elecciones europeas.

Antonio Maillo en un acto junto a Yolanda Díaz en la campaña de las elecciones europeas. / FERNANDO VILLAR

El liderazgo de Maíllo en Izquierda Unida es a día de hoy indiscutible, después de ganar con más del 50% de los votos en primarias y de que su principal contrincante, Sira Rego, apoyara su nombramiento como coordinador general. En estos momentos se le considera en sus filas como uno de los principales activos para lograr "poner en valor" a la organización, que ha sido denostada -a su juicio- por el equipo de la dirigente gallega.

Consideran además que sus experiencias previas juega a su favor, después de haber sido uno de los artífices de Adelante Andalucía, que en 2018 logró 17 escaños en el Parlamento Andaluz y 585.000 votos (el 16%) y avanzan que, lejos de las rencillas que ya arrastra la gallega, Maíllo "es muy respetado en todo el espacio de izquierdas".