Sumar

La ejecutiva de Sumar intentó frenar la dimisión de Yolanda Díaz por temor a que se "debilitara"

Los portavoces Iñigo Errejón y Ernest Urtasun mostraron su disconformidad con la decisión anunciada el lunes por la vicepresidenta

La vicepresidenta Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso conversando con el diputado por Sevilla Francisco Sierra.

La vicepresidenta Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso conversando con el diputado por Sevilla Francisco Sierra. / José Luis Roca

Ana Cabanillas

La ejecutiva de Sumar trató frenar la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora del partido. La decisión de la vicepresidenta segunda fue personalísima: madurada desde hace semanas en solitario, compartida con un núcleo reducidísimo una vez tomada y anunciada por sorpresa este lunes en su ejecutiva, que acogió la noticia con gran perplejidad. Varias figuras relevantes de la formación, entre las que estuvieron Iñigo Errejón, Josep Vendrell o Ernest Urtasun, expresaron su rechazo al paso atrás de la vicepresidenta segunda del Gobierno, al considerar que proyectaría una imagen de "debilidad" y que esta salida a medias sería difícil de entender tanto a nivel interno como a nivel social. Pese a los intentos para que lo reconsiderase, Yolanda Díaz siguió adelante con su plan. Desde entonces, la preocupación y la incertidumbre reinan el partido.

La vicepresidenta segunda llevaba semanas barruntando la idea de quitarse el lastre orgánico, y ya estaba decidida en los últimos días de la campaña electoral, pero fue el lunes cuando trasladó su decisión a la ejecutiva de Sumar, convocada por la mañana para analizar los malos resultados de las europeas. La discusión se desarrolló con normalidad y duró varias horas. Díaz esperó a que concluyera el debate y sólo una vez concluido anunció su decisión de abandonar la máxima responsabilidad de la organización, algo que argumentó en su intención de dar mayor prioridad a sus labores de Gobierno y como una manera de "asumir responsabilidades", algo que "la ciudadanía reconoce", según admitió este martes desde Suiza. En esa reunión sí advirtió de que continuaría en la toma de decisiones dentro de la cúpula de la formación, así como ejerciendo como líder del espacio en el Gobierno.

Algunos de los dirigentes más próximos a Díaz habían sido informados previamente y ya habían intentado disuadirle, sin éxito. Es el caso del ministro y portavoz del partido, Ernest Urtasun, que buscó reconducir a la vicepresidenta para evitar el paso atrás. En la reunión de la ejecutiva, otros tantos dirigentes exhibieron sus dudas sobre el movimiento político de la gallega, según varias fuentes conocedoras, y algunos expresaron su frontal rechazo. Entre ellos estaba Josep Vendrell, quien fuera mano derecha de Díaz, ahora en segundo plano por motivos personales; y el portavoz parlamentario, Iñigo Errejón.

El principal argumento fue que el movimiento de Díaz iba a ser difícil de entender tanto a nivel interno, con un partido fuertemente vinculado a la figura de la gallega, como a nivel social. La decisión de dimitir de una responsabilidad pero pretender continuar la líder de facto de la organización y del espacio era difícil de encajar. De todas las intervenciones que se produjeron durante la reunión, sólo Lara Hernández, responsable de Organización, apoyó expresamente el paso de Díaz.

"Desastre comunicativo"

Las primeras declaraciones a periodistas de Yolanda Díaz este martes generaron aún más confusión dentro del partido, cuando 24 horas después de dimitir negó la mayor: "Yolanda Díaz no se va, hace política de la buena", "no me voy, me quedo", argumentó, para tratar de destacar el liderazgo que aspira a mantener en los distintos espacios. Un discurso del que en privado se lamentan distintos dirigentes por la contradicción que proyecta. "Un desastre total", destaca un dirigente de Sumar; "un desastre comunicativo", expone otro. Hay quien apunta a que hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió mejor la decisión de Díaz este miércoles en RTVE de lo que ella misma hizo.

Las advertencias sobre esa situación de debilidad sobrevenida se vieron sólo unas horas después confirmadas. El 'descabezamiento' de la organización les deja en una posición de mayor "debilidad", no sólo en términos orgánicos sino a nivel político. En la misma noche del lunes, el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, puso en cuestión la figura de Yolanda Díaz, dibujándola como un obstáculo para el acuerdo entre partidos y asegurando que su dimisión abre una "nueva etapa" y "facilita" el encuentro de la izquierda.

Yolanda Díaz asume los malos resultados de las europeas y deja su cargo como coordinadora de Sumar

Vídeo: Atlas News | Foto: EP

Sus principales aliados, no sólo IU sino también Más Madrid, le niegan ahora la legitimidad de Díaz para liderar nada más allá del ala minoritaria del Gobierno y han llamado a la convocatoria de una mesa de partidos donde Sumar sea un actor más, y con la consideración de un partido menor respecto a otras formaciones más asentadas: "Un partidiño", como resumen algunas voces.

En riesgo

La preocupación es máxima en la organización por el devenir de un partido que fue puso sus bases orgánicas hace apenas tres meses, en su I Asamblea, y que está todavía a medio constituir: en otoño estaba prevista su Asamblea Fundacional para asentar la organización en los territorios. Pero ahora todo está en el aire. El partido Sumar, que fue el kilómetro 0 de la coalición de izquierdas y el punto por el que todos los partidos debían pasar, parece convertirse ahora en una carretera secundaria.

Entre sus dirigentes existe un gran desasosiego por el futuro de la formación, que corre el riesgo de convertirse en un jarrón vacío, una suerte de "gestora" sin contenido político alguno. En un primer momento tras el anuncio de Yolanda Díaz, hay quien pensó que la bicefalia abría una oportunidad para que la formación adquiriera entidad a nivel ideológico y político, pero en las últimas horas el núcleo duro de la vicepresidenta ha dejado claro que su liderazgo no está en cuestión y que seguirá pilotando las decisiones tanto a nivel orgánico como en el Gobierno, sin que exista contrapeso alguno.

Tanto es así que este jueves por la tarde, cuando se reúne la dirección -Grupo Coordinador- no se elegirá finalmente a un coordinador para que haga "relevo en las tareas" -en Sumar rechazan que exista un "debate sucesorio" porque "Yolanda sigue"-. En su lugar, y para evitar que otra figura pueda adquirir protagonismo, se elegirá a una coordinación colegiada compuesta por varias personas y de carácter interino, hasta que se concluya el periodo de reflexión y se determinen los próximos pasos. Unos pasos que a día de hoy nadie en el partido ve con claridad.