Actividades

El Club Náutico Ibiza inicia la escuela de verano en su año más difícil

Aunque el CNI ya no gestiona su tradicional sede en el puerto, mantiene los cursos de vela y kayak, así como las actividades de ‘Un Mar de Posibilidades’

David Ventura

David Ventura

Pese a estar viviendo una crisis sin precedentes en sus casi cien años de vida y con un futuro en el alambre tras perder la concesión de su histórica sede del puerto, el Club Náutico Ibiza (CNI) se agarra al presente para continuar con su trayectoria y tomar algo de aire.

Así, este lunes ha iniciado las actividades de sus escuelas de verano, que este año se prolongarán hasta el 5 de septiembre. En total se ofertarán 236 plazas para cursos de vela y otras 100 plazas para los cursos de kayak. Todos cuentan con tres niveles distintos: de iniciación y perfeccionamiento para los más pequeños, y un tercero para adultos. ¿Será el último verano que se celebren? Imposible saberlo.

«Los seguiremos haciendo mientras tengamos el apoyo de la masa social del club y de las cuotas de los socios, así como de las subvenciones de las instituciones, tanto del Consell como del Ayuntamiento de Ibiza», ha explicado Damià Verdera, comodoro del CNI. El concejal del Ayuntamiento de Ibiza, Rubén Sousa, ha asistido también a la presentación de la escuela de verano.

Una monitora explica a los niños las partes de una embarcación. | D.V.

Una monitora explica a los niños las partes de una embarcación. / D.V.

Actualmente, el CNI conserva sus instalaciones en la playa Talamanca junto al club de vela, donde guarda su material, lo que supone un problema logístico que se capea como pueden: «El nuevo escenario del club nos limita a la estación naútica que tenemos aquí en Talamanca. Son unas limitaciones a las que nos tenemos que adaptar pero que no afectarán la calidad de los cursos que ofreceremos este verano», asegura Verdera. Una calidad de los cursos con la que, añaden, están firmemente comprometidos. Explican también que han contado con la ayuda del Club Nàutic Sant Antoni: «Nuestros regatistas de clase Ilca están entrenando allí y les agradecemos la buena disposición que están teniendo con nosotros».

Sin declaraciones

A la presentación de la escuela de verano asistió también el presidente del CNI, Joan Marí Marí, Vadell, quien se negó a hacer declaraciones sobre el auto de la jueza Martina Mora, en el que la magistrada argumenta que en el procedimiento de la concesión de la explotación en el puerto de Vila de la sede histórica del CNI, se podrían haber cometido los delitos de prevaricación administrativa, fraude a la Administración, tráfico de influencias y cohecho.

«Hoy es el día de hablar de la escuela de verano, ya trataremos este tema en otro momento», argumentó el presidente del CNI, quien tampoco quiso aclarar si recurrirán este auto, como sí ha anunciado ya que hará el exalcalde de Ibiza, el socialista Rafa Ruiz.

Pese a la tormenta que agita al club, los cursos de la escuela de verano han empezado con normalidad y esta mañana, a las 10.30 horas, un grupo de 28 niños recibía sus primeras nociones sobre navegación a vela. Como si el mayor problema que tiene el CNI es si el tiempo acompañará o no para desarrollar las actividades.

‘Un Mar de Posibilidades’

A las diez de la mañana, los voluntarios de ‘Un Mar de Posibilidades’, el programa social que desarrolla el Club Náutico, llevaban hasta la playa en silla de ruedas a los participantes de la actividad del día. En esta ocasión, se trataba de un grupo de ancianos del Hospital Residència de Cas Serres. «Me gusta venir acá, cómo nos tratan», comenta Carla, una mujer de 84 años que está de un humor excelente: «Aquí nos dejan hacer lo que queremos». A su lado se sienta Eulària, jubilada de 74 años, que disfruta de la sombra de un toldo y, mientras espera su turno para remojarse, sonríe complacida y asegura que todas las salidas al exterior «son lo mejor».

Eulària y Carla esperan su momento para remojarse en el mar. | D.V.

Eulària y Carla esperan su momento para remojarse en el mar. / D.V.

Mientras, una monitora explica a los más pequeños las partes de un pequeño bote a vela, cómo instalar el palo mayor y les pregunta cómo se llama la parte de adelante y de atrás del barco. «Proa y popa», responden al unísomo, y apuntan rápido que también conocen qué significa ‘babor’ y ‘estribor’. Pero ahora viene una un poco más difícil: «¿Y cómo se llaman las esquinas de la proa?». Esta pregunta no la sabe ni el redactor que suscribe, pero un niño levanta la mano y acierta: «Se llaman amuras». Efectivamente, y las esquinas de la popa son las aletas.

«Es una programación deportiva y social hecha para que todos los participantes, especialmente los más pequeños, aprendan a conocer y a respetar el mar», comenta Sebastià Vidal, responsable deportivo de la escuela de vela, quien también asegura mostrarse satisfecho por la buena acogida de los cursos de la escuela de verano. Prácticamente todas las plazas están ya ocupadas, aunque todavía quedan algunas para quienes quieran apuntarse a última hora. Las inscripciones se pueden hacer en la web https://escuelavela-cnibiza.sailti.com. La duración de cada curso es de 40 horas repartidas entre dos semanas.

Los niños empiezan a familiarizarse con una embarcación a vela en la bahía de Talamanca. | VICENT MARÍ

Los niños empiezan a familiarizarse con una embarcación a vela en la bahía de Talamanca. / Vicent Marí

Los niños se suben a una embarcación semirrígida y la monitora les conduce hasta el barco, fondeado en la bahía de Talamanca, donde disfrutarán de su primera jornada marinera. ¿Será este verano el último con actividades del CNI en Talamanca? El futuro es incierto, pero a estos pequeños y a los ancianos de Cas Serres que también se están haciendo a la mar, nadie les quitará ya lo disfrutado esta mañana.

Suscríbete para seguir leyendo