El excalde de Ibiza Rafa Ruiz recurrirá el auto del caso Puertos

Dice que de la instrucción, "no se desprenden indicios racionales suficientes de ningún delito, más que meras conjeturas y suposiciones sin entidad suficiente para la continuación del procedimiento"

Rafa Ruiz y Gual de Torrella, al fondo, en un acto en el puerto de Ibiza.

Rafa Ruiz y Gual de Torrella, al fondo, en un acto en el puerto de Ibiza. / Vicent Marí

El secretario general de la Agrupación Socialista de Ibiza y exalcalde de la capital, Rafa Ruiz, presentará "un recurso de reforma y subsidiario de apelación contra el auto que se ha hecho público" a través de Diario de Ibiza. Ruiz, ante la propuesta de la jueza que instruye el denominado caso Puertos de sentarle en el banquillo de los acusados una vez concluida la instrucción, considera que de esta, "no se desprenden indicios racionales suficientes de ningún delito, más que meras conjeturas y suposiciones sin entidad suficiente para la continuación del procedimiento, habiendo quedado acreditado, por el contrario, que siempre actuó con base en criterios técnicos y en defensa del interés general", indican desde el PSOE en un comunicado.

La jueza Martina Mora, tras varios años de investigación, ha concluido las diligencias de la principal pieza del llamado caso Puertos. Un asunto que se inició hace tres años ante las sospechas de que la entonces dirección de la Autoridad Portuaria de Balears (APB), encabezada por Joan Gual de Torrella, amañó concursos públicos para beneficiar a determinados clubes o empresas. En concreto, la investigación se ha centrado en la concesión de la explotación en el puerto de Vila de la sede histórica del Club Náutico Ibiza (CNI) y del puerto de Menorca.

En un extenso y muy elaborado auto, la magistrada entiende que de la investigación se desprenden indicios claros de que en estas concesiones, aprobadas por todo el Consejo de Administración de la APB, se pudieron cometer hasta cuatro delitos, lo que justifica el procesamiento de hasta 17 personas, la mayoría de ellas funcionarios o altos cargos políticos, como paso previo al juicio que se celebrará contra ellos, una vez que se presente el escrito de acusación. Los delitos que se investigan en este caso se concretan en el de prevaricación administrativa, fraude a la administración, tráfico de influencias y un delito instrumental de cohecho.

Joan Gual de Torrella, principal encausado

En este auto se resalta, como principal acusado, la figura del expresidente de la APB, Joan Gual de Torrella, que ocupó su cargo por designación política del anterior Govern del Pacte. La jueza le atribuye a Gual los cuatro delitos citados con anterioridad.

Entre las otras 16 personas que la magistrada propone llevar a juicio hay tres ibicencos, el exalcalde de Ibiza por el PSOE Rafa Ruiz, el abogado y exconseller José María Costa, y el presidente del CNI, Joan Marí Marí, Vadell.

Los socialistas, en su comunicado, recuerdan que "al ser el acto recurrible, no es cierto que implique que Rafa Ruiz sea juzgado, ya que aunque las acusaciones presenten sus escritos de acusación en el auto, puede ser revocado por la Audiencia Provincial".

La magistrada confirma que el proceso para autorizar la explotación del espacio en el puerto de Ibiza fue amañado desde la propia dirección de la Autoridad Portuaria. El CNI llevaba casi un siglo explotando el espacio público. Dicha concesión terminaba el 2010 y durante años disfrutó de prórrogas, hasta que no hubo más remedio que convocar una oferta pública, a través de la valoración de varios proyectos.

Rafa Ruiz, Joan Marí y Gual de Torrella, en un acto en el Club Naútico Ibiza.

Rafa Ruiz, Joan Marí y Gual de Torrella, en un acto en el Club Naútico Ibiza. / Vicent Marí

El auto de la jueza concluye que existía un interés político de que el histórico CNI siguiera dirigiendo la actividad del náutico, ya que era una propuesta que se defendía desde los dos principales partidos políticos de Balears. Así, para llevar a cabo este plan, según la conclusión que alcanza la magistrada, el presidente de la APB, con la colaboración del director de este organismo y la abogada del Estado, realizaron las maniobras administrativas necesarias para que la oferta del CNI obtuviera la mayor puntuación. Para ello añadieron un concepto a puntuar, como fue el del arraigo.

A esta propuesta pública se presentaron otras dos empresas y una de ellas consiguió que los tribunales anularan la aprobación de la concesión, considerando que el concepto de arraigo era ilegal. Esta primera propuesta quedó anulada, pero según recuerda la juez, hubo un segundo acuerdo del Consejo de Administración que volvió a ratificar el mismo proyecto. De nuevo la empresa perdedora acudió a los tribunales y por segunda vez se anuló el acuerdo de la APB.

Lo mismo ocurrió, según la conclusión que alcanza la magistrada, con la concesión de los amarres del puerto de Maó, que se otorgó a un grupo de empresas, que contaron con un trato de favor por parte de Gual de Torrella.

La magistrada reconoce que no existe una prueba clara y directa que demostraría esta actuación corrupta por parte de los altos cargos investigados. Sin embargo, sí entiende que, a través de una valoración conjunta de las pruebas que ella ha analizado, sí aparece un conjunto de indicios que apuntan hacia el amaño de las dos concesiones públicas.

En cambio, la jueza deja claro que ninguno de los investigados ha podido recibir ninguna recompensa económica a título personal. El beneficio que habría obtenido sería el de contentar a los responsables políticos para continuar en el cargo, sobre todo en el caso de Gual de Torrella, que fue elegido por la expresidenta del Govern y que obtenía un sueldo anual de más de 100.000 euros.

Esta conclusión de la investigación es el paso previo a que las acusaciones presenten sus respectivas alegaciones, que la instructora tendrá que valorar y resolver si prosigue con el procedimiento enviando a juicio o sobreseyendo la causa para todos o algunos de los procesados.