Pep Martí, técnico de la UD Ibiza

La UD Ibiza comunicó en la tarde de ayer el fichaje del entrenador mallorquín tras informar por la mañana de que Onésimo Sánchez abandonaba el club. Tiene una dilatada experiencia gracias a sus 161 partidos en Segunda División

Imagen de Pep Lluís Martí

Imagen de Pep Lluís Martí / Grada3

jesús rodríguez pazos

La UD Ibiza anunció en la tarde de ayer el acuerdo para que Pep Lluís Martí sea el técnico de la entidad celeste para la próxima temporada. Los teléfonos de los despachosdel club echaron humo en el día de ayer. Tras anunciar por la mañana que Onésimo Sánchez no continuaría siendo entrenador del club, pasadas las 7 de la tarde anunciaban a su sustituto. Pep Lluís Martí (Palma de Mallorca, 28-4-1975) es el elegido para llevar las riendas del banquillo celeste la próxima temporada, en la que los insulares volverán a intentar conseguir el ascenso a Segunda División. El entrenador mallorquín tiene una dilatada experiencia en los banquillos de Segunda División. El exjugador, en los 161 partidos que ha entrenado en Segunda División, cuenta con un balance de 63 victorias, 56 empates y 50 derrotas. Ha dirigido al Tenerife, Deportivo de la Coruña, Leganés, Girona y Sporting de Gijón, su último equipo, en el que fue cesado en mayo de 2022, por lo que lleva más de dos años sin entrenar a ningún equipo. El nuevo técnico de la UD Ibiza llevó a dos de sus equipos, CD Tenerife y Deportivo de la Coruña, a disputar los play-offs de ascenso a Primera División en las temporadas 2016/2017 y 2018/2019 respectivamente. Centrocampista de gran rigor táctico y con capacidad para abarcar mucho campo, Martí fue un futbolista importante en el balompié español, con más de 300 partidos a sus espaldas en Primera División y 39 encuentros continentales.

Veremos si da con la tecla necesaria para devolver la ilusión a una parroquia celeste que esta temporada terminó con un sabor de boca agridulce al caer de manera estrepitosa en el play-off de ascenso a segunda División ante el Barça Atlètic. Ahora, tras el fichaje del nuevo entrenador, deberá empezar a dar forma a una plantilla que ahora mismo cuenta con catorce jugadores (Patrick Sequeira, Suleiman, Alberto Escassi, Erick Monjonell, Pepe Sánchez, Javi Jiménez, Álex Gallar, Arturo Molina, Abde Damar, Daniel Fuzato, Roberto Olabe, Unai Medina, Jesús Álvarez y Fausto Tienza). Además, habrá que ver si todos continúan, ya que algunos cuentan con importantes ofertas.

Crónica de una muerte anunciada

61 días. Eso es lo que ha durado Onésimo Sánchez como entrenador de la UD Ibiza. El técnico vallisoletano, anunciado como revulsivo para el banquillo pitiuso el pasado 2 de mayo, no ha cumplido con el objetivo marcado del ascenso a Segunda División, y ayer el club comunicó la decisión de separar sus caminos. Desembarcó en Ibiza para suplir a Guillermo Fernández Romo, que fue destituido tras dos meses aciagos en los que la escuadra ibicenca obtuvo un pobre bagaje de dos victorias en doce partidos.

Pero, con solo cuatro partidos oficiales antes del play-off, Onésimo no consiguió darle el empujón necesario a una plantilla que estaba diseñada para pelear por la liga y el ascenso directo y que solo consiguió clasificarse para el play-off tras quedar en cuarta posición, una posición muy por debajo de lo esperado. En los seis partidos que ha entrenado a la plantilla celeste, ha conseguido una victoria, dos empates y tres derrotas, con un balance de 8 goles a favor y 12 en contra.

Un fútbol vistoso, queriendo ser protagonistas con el balón y ofreciendo una presión alta para robar lo más cerca posible de la portería rival y ahogar al equipo contrario han sido las señas de identidad de un técnico que no ha conseguido plasmar su idea de juego en un vestuario que vio como de la noche a la mañana cambiaba radicalmente lo que se les pedía. Los equipos dirigidos por Onésimo Sánchez son eso, «descuidados» en defensa porque van con todo al ataque, al intercambio de golpes y a dar espectáculo al aficionado. Pasar de un entrenador tan táctico y que prestaba mucha más atención al aspecto defensivo que al ofensivo como Guillermo Fernández Romo a otro cuya filosofía es tener mucho más la pelota e ir al intercambio de golpes fue la decisión de una dirección deportiva a la que el tiempo le ha quitado la razón.

Llegó tras llevar un año y medio sin entrenar. Su último equipo fue el Atlético Baleares, donde duró seis partidos antes de ser despedido con un balance de una victoria, dos empates y tres derrotas, precisamente el mismo que deja en la UD Ibiza. La ‘manita’ encajada en el Estadi Johan Cruyff en la vuelta del play-off de ascenso a Segunda División, donde el equipo insular dejó una imagen bastante decepcionante en la segunda parte, en la que encajó cuatro goles en 10 minutos tras empezar ganando 0 a 2, ha sido el detonante para una decisión consensuada entre directiva y dirección deportiva.

El entrenador en un equipo de fútbol es como el capitán de un barco. Debe tener a toda su tripulación remando en la misma dirección y conseguir atar cabos para que no haya ninguna fuga de agua. n