Opinión | Para empezar

Atrapada en una Ibiza de película

Desde que comenzó la temporada tengo la sensación de que más que vivir en Ibiza estoy atrapada en una película. No sabría definir el género: ¿acción? ¿terror? ¿ciencia ficción? Desde luego, es una peli que engancha, pero que, a la vez, si lo pienso bien, no me gusta ni un pelo.

Y es que la realidad está superando a la ficción con creces. A los precipitados o los accidentes de tráfico a los que ya estamos habituados en verano los han desbancado este año sucesos de tal calibre que hacen pensar que algo no va bien. Cada día tenemos titulares como estos: ‘Dejan a un herido de bala a las puertas del Hospital Can Misses’; ‘Un hombre ataca con un hacha a cuatro personas en Ibiza y hiere de gravedad a una’; ‘La mujer que se tiró de un segundo piso en Ibiza era una trans explotada sexualmente’; ‘La angustia de una taxista circulando por Ibiza: ¡Que me va a dar con una piedra! ¡Ayudadme!».

¿Qué está pasando en esta isla? Necesitamos ayuda para parar esto, porque no es ni medio normal. Mirad que desde que vivo aquí, y ya son algunos años, no dejo de repetir que cuando llega esta época, el número de colgados se multiplica. Que Ibiza se ha convertido en un imán para este tipo de gente ‘rara’ y que estamos rodeados.

Y a esta gente rara se suman los turistas ‘normales’. Los que lucen sus vestiditos hippies o ropa de lino blanca e invaden nuestros barrios y nuestras calles haciéndonos sentir como personajes extraños en esta película que es Ibiza. Llegar a casa después de hacer la compra en el súper, con las bolsas colgadas y el paquete de papel higiénico en la mano, atrae todas esas miradas. Es como si un vaquero, con sus cartucheras y pistolas, se colara en una peli romántica. Todos se preguntan: ¿qué hace aquí? Se queda una con las ganas de decir: ¡Vivo aquí todo el año!

En fin. Nuestra única escapatoria para salir de esta película es poder juntar unos días de vacaciones en verano, coger un avión y huir lo más lejos posible.

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