Masificación turística: «Si la sociedad de Ibiza responde, las cosas se pueden cambiar»

La plataforma Canviem el rumb a Eivissa y Formentera lleva semanas trabajando para preparar movilizaciones a favor del decrecimiento turístico, al igual que las entidades homónimas de Mallorca y Menorca. Por fin, este viernes se han presentado públicamente al formalizar su primera petición a la Administración pública. Se trata de una invitación al Consell de Ibiza y a todos los ayuntamientos para crear una mesa de negociación en la que abordar «las consecuencias derivadas de la turistificación depredadora, entre ellas la crisis habitacional».

Una quincena de personas acudió a las diez de la mañana a la entrada del Consell, representando a distintas entidades que se han adherido a la plataforma. El GEN-GOB Eivissa y Amics de la Terra son las más reconocidas y veteranas. De momento, suman 26, entre los que incluso hay un colectivo antipetrolífero de Galicia, Véspera de Nada. También se encuentra la Associació de Dones Progressistes, cuya presidenta, la exconcela del PSOE en Vila Dessiré Ruiz, fue la responsable de presentar la solicitud de Canviem el Rumb en el registro de entrada.

Mientras, varios activistas repartían folletos a los transeúntes con el lema ‘presionemos a las instituciones para que tomen medidas efectivas para cambiar la situación’. ‘No queremos más desahucios, más personas obligadas a dormir en sus coches, tiendas de campaña o autocaravanas’, o ‘hay que poner límites al turismo, ¡tenemos que pasar a la acción!’, eran otros de los mensajes destacados en las octavillas.

"Las campañas se han de trabajar muy intensamente y estar bien estructuradas con un cronograma si queremos provocar un impacto real"

En 1982, el Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB Eivissa), recién fundado tras las movilizaciones para evitar la urbanización de ses Salines, fue pionero en pedir un freno al desarrollo en la isla. «Entonces pedíamos un crecimiento cero, no un decrecimiento», matizaba ayer Marià Marí, histórico militante del grupo ecologista. Su lucha fue un aumento y, hace 25 años, llegaron a sacar a 12.000 personas a la calle para echar por tierra el proyecto de urbanizar y construir un campo de golf en Cala d’Hort.

Movilización

«Las cosas no han mejorado, pero la campaña de Cala d’Hort fue un ejemplo de que, si la sociedad responde, las cosas se pueden cambiar», recordó Marí. El pasado mes de abril, fueron menos de un millar de personas las que protestaron contra la masificación turística frente al Consell.

Esta última convocatoria la organizó la plataforma Prou! que, de momento, no forma parte de Canviem el rumb, pese a estar invitada. «Los tiempos han cambiado mucho. Las campañas se han de trabajar muy intensamente y estar bien estructuradas con un cronograma si queremos provocar un impacto real con 6.000 personas o, siendo optimistas, 10.000», apuntó Marí.

Los orígenes de Canviem el rumb se pueden remontar a 2016 y 2017, recuerda Pau Kokura, de la cooperativa Som Energia: «Siempre ha habido un intento de crear una red de colectivos, pero quedó desactivado con la pandemia [del covid]. A raíz de las manifestaciones de Canarias, Cantabria, Valencia o Málaga, vimos que había llegado el momento», relata.

Ahora, esta plataforma trata de crear un movimiento transversal que «ponga el foco en la vivienda, la sanidad, la falta de profesores y todos los problemas que genera el monocultivo turístico, no solo la masificación», destacó Kokura. Para ello, invitan a cualquier colectivo a compartir su manifiesto y adherirse a Canviem el rumb.

"Entendemos que es un problema global que afecta a toda la isla"

El Sindicat de Treballadores i Treballadors de l’Ensenyament (STEI) aún no se ha sumado, pero sí que estaba presente ayer en el Consell su portavoz, Pere Lomas. «Sus reivindicaciones van en consonancia con las nuestras. Entendemos que es un problema global que afecta a toda la isla y que no se arreglará solucionando solo los problemas del funcionariado», apuntó.

Lomas hacía referencia al problema de la vivienda y del plus del Govern para docentes desplazados a las Pitiusas que promueve el Govern como compensación por los alquileres desorbitados. «Al fin y al cabo, solo se conseguirá crear una espiral perversa donde se igualarán los precios al alza y volveremos a la casilla de salida», subrayó.