Escándalo institucional

El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, intenta salvarse excusando su actuación

El PP fuerza a Le Senne a pronunciarse en un discurso donde no nombra ni una sola vez a Aurora Picornell y en el que asegura que «el fondo fue correcto»

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ayer en la Cámara autonómica. | GUILLEM BOSCH

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ayer en la Cámara autonómica. | GUILLEM BOSCH

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, intenta salvar su cargo tras destrozar la fotografía de Aurora Picornell, el gran icono de la represión franquista en Mallorca, excusando su actuación. Así, el Partido Popular forzó al ultraconservador a dar la cara públicamente tras las fuertes presiones que está recibiendo el Govern de Marga Prohens sobre este asunto. Una justificación donde, lejos de arrepentirse de los hechos, el presidente de la Cámara presumió de que «el fondo del asunto es correcto» y no nombró ni una sola vez a Picornell, la mujer asesinada por el franquismo cuyo retrato rompió en el pleno.

En declaraciones a RTVE, Le Senne hizo hincapié en el espectáculo «que dimos todos», haciendo referencia al resto de diputados, y, en lugar de condenar el gesto violento que tuvo con el portátil de la socialista Mercedes Garrido, se escudó en que no era él quien debía ejecutarlo. «Quería pedir disculpas, el gesto de cerrar el ordenador no tendría que haberlo hecho yo personalmente sino haberle pedido a los servicios de la Cámara que lo hicieran», detalló el ultraderechista. En este sentido, también argumentó que «el fondo del asunto es correcto porque la neutralidad de la Mesa es importante», recalcando que las socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa no podían subir al atril «con fotos partidistas». Sin embargo, justo después Le Senne aseguró que él no sabía lo que estaba quitando: «yo no sabía lo que estaba quitando, no rompí nada a propósito». Por otro lado, la segunda máxima autoridad de Balears destacó que lo que le sacó de sus casillas fue que las diputadas del PSIB-PSOE «no siguieran las instrucciones cuando los miembros de la mesa tienen que ayudar a mantener el orden».

Comunicado exculpatorio

Estas explicaciones se produjeron horas después de que Le Senne lanzase un comunicado a través del Parlament exculpándose de lo ocurrido y donde ponía el foco en la «actitud provocadora» de las diputadas socialistas que finalmente acabó expulsando en el pleno. «Garrido y Costa exhibieron carteles claramente partidistas en la Mesa. No es posible censurar la actuación del presidente, sin antes censurar la actitud previa provocadora de la vicepresidente y secretaria segundas del Parlament», rezaba el comunicado.

De esta forma, Le Senne expresó que «es inaceptable que los miembros de la propia Mesa, que deben dar ejemplo de buen comportamiento, no sólo sean quienes perturben el orden, sino que además se nieguen a acatar las decisiones de la Presidencia en el ejercicio de sus funciones».

Respecto a su gesto de arrancar la foto de Picornell, el escrito detalló que, tras negarse las diputadas socialistas a retirar las imágenes, «el presidente cerró él mismo el ordenador a fin de terminar con la flagrante infracción. El presidente intentó retirar el cartel, en ningún caso fue su intención romperlo. No obstante, el presidente admite que habría sido más apropiado ordenar a los servicios de la Cámara la ejecución de la decisión».

Evitar «exageraciones»

Asimismo, el comunicado también quiso «llama a la calma y a evitar más exageraciones y relatos incompletos de lo ocurrido». Por último, Le Senne quiso denunciar «la campaña de acoso, insultos y amenazas que está sufriendo en redes sociales, incluso con la participación de diputados de la Cámara». «Todo intento por menoscabar la neutralidad de nuestras instituciones es un ataque contra la democracia y el Estado de Derecho».

Otro de los argumentos que esgrimió el ultraderechista en el comunicado para actuar como lo hizo fue que le llegaron quejas por parte de los diputados de los diferentes grupos políticos sobre «la falta de respeto a la Cámara». Por último, recordó que «el Reglamento del Parlament establece claramente que es deber de la Presidencia mantener el orden en las sesiones. Además, tanto el presidente como el resto de la Mesa deben mantenerse neutrales en los debates». «Este principio de neutralidad es esencial para el correcto desarrollo de las sesiones, y los miembros de la Mesa tienen la responsabilidad de asistir al presidente en esta labor».

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