El decreto de turismo de excesos del PP divide a los empresarios en Baleares

Los hoteleros ibicencos rechazan radicalmente que se suprima el límite de plazas en los albergues

El West de Sant Antoni es una de las zonas afectadas por el decreto. | VICENT MARÍ

El West de Sant Antoni es una de las zonas afectadas por el decreto. | VICENT MARÍ / F. GuijarroF.G. Palma

Los planes del Govern para modificar el decreto ley sobre turismo de excesos se están encontrando con la oposición radical contra algunas de las medidas previstas por parte de diferentes sectores empresariales, como es el caso de los hoteleros, discotecas, y bares y restaurantes. De momento, el principal respaldo procede de la asociación de comercios turísticos.

Desde la conselleria de Turismo se confirma la existencia del borrador del nuevo decreto publicado por Diario de Mallorca y Diario de Ibiza, pero se añade que se sigue trabajando en él por lo que no tiene un carácter definitivo y podría registrar modificaciones. Aunque el conseller Jaume Bauzà anunció esta semana que su aprobación es «inminente», desde este departamento se asegura que no se producirá en el Consell de Govern que hoy se va a celebrar.

El rechazo más radical va dirigido contra la propuesta para suprimir el límite de plazas en los albergues turísticos, que actualmente es de 150 en Mallorca, 80 en Menorca y Ibiza y 60 en Formentera. La presidenta de los hoteleros pitiusos, Ana Gordillo, confirma que esta medida ha estado en el citado borrador y no oculta que se ha hecho llegar al PP su oposición frontal a la supresión de esa limitación. «No es posible que hablemos de evitar la masificación turística y al mismo tiempo se supriman los límites que se habían acordado para los albergues. Para Ibiza pactamos que tenía que ser de 80 plazas y así se tiene que quedar», subraya la representante hotelera. La presión ejercida por este colectivo es conocida por el Govern, y fuentes próximas al Ejecutivo admiten que este es uno de los cambios inicialmente previstos que finalmente podría desaparecer.

Venta de alcohol

Otra medida que está levantando una intensa polémica es la decisión de mantener la prohibición de que los comercios de las zonas afectadas por el decreto de excesos (actualmente Magaluf, Platja de Palma, s’Arenal de Llucmajor y Sant Antoni de Portmany) puedan vender alcohol entre las 21.30 horas de la noche y las 8 de la mañana pero eliminando la exigencia de que permanezca cerrados durante ese horario nocturno.

El presidente de la asociación de comercios turísticos (Acotur), José Tirado, destaca que el propio conseller de Turismo, con el que coincidió en un acto durante el miércoles, le confirmó que se va a permitir a estas licorerías y supermercados que abran de noche, aunque manteniendo el veto a que comercialicen bebidas alcohólicas durante ese horario. Tirado aplaude esa decisión al recordar que lleva años reivindicándola, y considerar que es un agravio que esas tiendas no puedan vender otros productos durante esas horas.

Pero los presidentes de las patronales Restauración-CAEB y de discotecas (Abone), Alfonso Robledo y Miguel Pérez-Marsá respectivamente, se oponen al cambio, al considerar que lo único que se va a conseguir es impulsar el consumo de alcohol en la vía pública.

Los dos dirigentes empresariales ponen de relieve que resulta imposible controlar que se cumple la prohibición de venta de alcohol durante la noche en los numerosos establecimientos existentes si no se les hace cerrar, especialmente en zonas como la Platja de Palma, donde estos negocios han tenido un apreciable crecimiento, según destaca Pérez-Marsá. Añade que con ese cambio se va a generar «un coladero» de incumplimientos, visión compartida por Robledo.

Negueruela: «Todo el decreto es una contradicción con lo que dice Prohens»

El portavoz del PSIB-PSOE en el Parlament, Iago Negueruela, critica con dureza las medidas que aparecen en el borrador del nuevo decreto ley contra el turismo de excesos, y destaca que entran en directa contradicción con los mensajes que la presidenta Marga Prohens lanza en relación al turismo de calidad.

Para empezar subraya que el problema de esos excesos tiene una de sus bases fundamentales en la venta de alcohol, y añade que no tiene ningún sentido que en las zonas turísticas donde este problema está más acentuado se quiera autorizar que los pequeños comercios que lo ofrecen permanezcan abiertos pese a tener prohibido comercializar esas bebidas entre las 21,30 de la noche y las 8 de la mañana. «A las 2 de la madrugada la gente compra alcohol, no papel higiénico», ironiza. Por ello, coincide con las patronales de restauración y ocio nocturno en que esos establecimientos tienen que permanecer cerrados en esa franja horaria.

También critica que se diga que se quiere luchar contra los excesos y al mismo tiempo se rebajen las sanciones previstas, según aparece en el borrador, por lo que se exige al PP que de marcha atrás en este punto, ya que «está lanzando un mensaje muy malo».

Igualmente, considera ilógico que se permita la publicidad de las fiestas en barcos en las zonas más afectadas por los excesos.

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