Fiestas

Fervor por la Virgen del Carmen en el casco viejo de Ibiza

La tradicional procesión de la gente del mar recorre la Marina y el puerto entre una multitud de vecinos y turistas

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

A las 19.40 horas del martes ya ha tomado sitio un buen número de fieles en la parroquia de Sant Salvador de la Marina, conocida popularmente como Sant Elm. Quedan veinte minutos para que dé comienzo la ceremonia en honor a la Virgen del Carmen, pero el recuerdo del calor infernal que azotó en la misma efeméride del año pasado ha animado a mucha gente a acudir con anterioridad. De esta manera, se garantizan uno de los asientos más privilegiados cerca de los ventiladores.

Al final, la cautela ha sido en vano. La brisa regala una tarde fresca y el recuerdo del bochorno sufrido en 2023 se convierte en una de las conversaciones recurrentes. Antes de llegar al templo, en el puerto de Vila ya se adivina que es una jornada especial gracias a las barcas de Formentera. El ferri ‘Ibiza Jet’ luce empavesado con banderas de proa a popa junto al Monumento a la gente del Mar, al igual que la barca más pequeña del Aquabus que arriba en ese momento.

A las siete, la iglesia de Sant Elm está abarrotada por dos centenares de personas. Algunos de los más rezagados se sorprenden al observar incluso un patín eléctrico junto a uno de los bancos más cercanos a la entrada lateral del Carrer Sant Elm.

El Cor Ciutat d'Eivissa empieza a entonar el ‘Ave Maria’ de Lluís Romeu. El director de la agrupación, Miguel San Miguel, acompaña al piano esta pieza, por lo que la encargada de dirigir inicialmente a las coristas es su esposa y también música, Lourdes Roig.

El protocolo

De esta manera, a Roig le toca multiplicarse para esta ocasión, ya que es la jefa de Protocolo y relaciones institucionales del Ayuntamiento de Ibiza. Por suerte, las autoridades invitadas han sido puntuales y ella ya había podido acomodarlos a todos en las primeras filas del templo, donde se reúnen un nutrido grupo de políticos y representantes de la Comandancia de Marina.

A la derecha del templo, destaca una gran figura de la Virgen del Carmen bajo un arco floral, meciendo al niño Jesús en su brazo izquierdo y sosteniendo un navío con su mano derecha. A sus pies también destacan varios racimos de decoración. No es la imagen que saldrá en procesión, que es mucho más liviana y aguarda sobre un paso en uno de los laterales de la iglesia.

Tras la oración inicial, el obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, saluda a todas las autoridades, los representantes de las asociaciones vecinales y también del Casino des Moll, la histórica entidad social del barrio que se reactivó el año pasado. Y, cómo no, Ribas dedica una especial mención a todas las personas vinculadas al mar.

La advocación

«En una isla rodeada por el mar, es normal que le tengamos una devoción especial a la Virgen del Carmen», recuerda. El obispo valora que esta advocación se mantiene especialmente viva y que se ha incrementado el número de procesiones en su honor por toda la isla. El último ejemplo ha sido Cala Vedella, que esta misma mañana ha celebrado por primera vez la efeméride con una procesión marinera y con la talla que han adquirido para los vecinos.

«Ella es la estrella que nos guía hacia el puerto seguro que es Cristo», compara el obispo. En su homilía, recuerda el origen de la veneración a la virgen en el Monte Carmelo, de donde deriva su nombre y donde un grupo de ermitaños, inspirados por el profeta Elías, fundó la orden de los Carmelitas.

Tras el pasaje religioso, Ribas alude a la relación de la Virgen del Carmen con el mar para hacer un llamamiento por la protección del medio marino. «Cada año llegan al mar ocho millones de toneladas de plástico. Esto es un peligro para el ecosistema y para la alimentación», lamenta.

Salve Marinera

Antes de finalizar, el obispo aporta un dato histórico recordando que, tradicionalmente, el patrón de los marineros en Ibiza era Sant Salvador, en cuyo honor se erige la parroquia del barrio. Para concluir el oficio religioso, el Cor Ciutat d'Eivissa canta la ‘Salve Marinera’, cuyo canto se entremezcla con la música que empieza a sonar fuera del templo.

La Agrupación Musical Yacente se ha concentrado con sus tambores y trompetas frente a la entrada principal de la iglesia, en la calle Josep Verdera. Las aceras están atestadas de numerosos vecinos y también turistas que inmortalizan la salida de la Virgen del Carmen a hombros con sus móviles. Siguen la escena con especial cariño y exclamaciones unos visitantes de origen italiano, donde se profesa gran devoción a la Madonna del Carmine.

La comitiva religiosa, seguida por una multitud, enfila hacia el Carrer de la Mare de Déu, engalanado especialmente para la ocasión, lo que supone una dificultad añadida para los portadores. Las cuerdas con banderas, flores y las guirnaldas cuelgan de muy baja altura, por lo que deben alzarse para que el paso pueda seguir su marcha sin problemas.

Como ya es habitual, un cofrade acompaña a la procesión con una pértiga para ir alzando los obstáculos que se interponen con el recorrido de la talla. En esta ocasión, se han añadido algunos vecinos con sus escobas.

Imagen del altar que instala Luisa Tur al final del Carrer de la Mare de Déu.

Imagen del altar que instala Luisa Tur al final del Carrer de la Mare de Déu. / Marcelo Sastre

La procesión hace una parada al principio de la calle para reverenciar a la hornacina con la pequeña imagen de la Mare de Déu del Carme, que da nombre a la vía, y otra al final, donde un grupo de vecinas siempre prepara un pequeño altar al aire libre con otra talla engalanada con esmero. Luisa Marí, de la Casa de Huéspedes la Peña, se encarga de mantener viva la tradición.

Finalmente, la comitiva desciende hacia sa Riba, donde aguarda una muchedumbre aún más numerosa y dos golondrinas, la ‘Mediterranée’ y el ‘Ulises I’, y una barca de bou, el ‘Cap Vermell’. El primero se reserva a las autoridades invitadas, el segundo está disponible para que suba el público y el tercero será el que presida la procesión marinera con la Virgen del Carmen a bordo.

Varias embarcaciones particulares se suman a la ceremonia, en la que se hace una ofrenda con una corona de laurel a la salida del puerto. Tras el regreso de las embarcaciones a puerto, la procesión concluye de nuevo en la iglesia de Sant Elm, pero la fiesta aún continúa en el Mercat Vell.

Allí, la Banda Simfònica Ciutat d’Ibiza, dirigida por David Daubenfeld, pone el colofón final con un variado concierto, con zarzuela, pasodobles y bandas sonoras reconocidas por el público como ‘Indiana Jones’ o ‘Memorias de África’.

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