Publicación en 'Nature'

Los antiguos mayas sacrificaban a hombres para favorecer las lluvias y luchar contra las sequías

El estudio genético más grande realizado hasta la fecha desvela que todos los individuos utilizados en estos rituales eran varones, en su mayoría niños

Vista al templo de Kukulcan, una de las estructuras más grandes del complejo maya de Chichén Itzá.

Vista al templo de Kukulcan, una de las estructuras más grandes del complejo maya de Chichén Itzá. / JOHANNES KRAUSE

Valentina Raffio

Mucho se ha escrito (y aún más se ha especulado) sobre los sacrificios rituales realizados por los antiguos mayas. ¿Pero en qué consistían exactamente estas prácticas? ¿Quiénes eran los escogidos para derramar su sangre? Y sobre todo, ¿con qué finalidad se hacía? El estudio más grande realizado hasta la fecha, cuyos resultados se publican este miércoles en la revista 'Nature', sugiere que estos sacrificios rituales se centraban casi exclusivamente en hombres y niños varones, muchas veces de la misma familia, y que probablemente se realizaban para favorecer el rendimiento de las cosechas y hacer frente a las sequías.

"A principio del siglo XX se empezaron a popularizar historias escabrosas sobre el sacrificio de mujeres jóvenes y niñas. Este estudio no solo demuestra que son falsos, sino que le da la vuelta a la historia", comenta Christina Warinner, profesora de la Universidad de Harvard y una de las autoras de este análisis.

­La investigación se ha centrado en analizar un centenar de cadáveres enterrados en una zona sagrada de la antigua ciudad maya de Chichén Itzá en Yucatán (México). El estudio de sus restos, descubiertos en 1967, no solo desvela la historia hasta ahora inédita de cada uno de estos individuos sino que, además, permite reconstruir más de 500 años de sacrificios rituales en la zona. Según explican los autores de este análisis, liderado por los investigadores Rodrigo Barquera y Oana Del Castillo-Chávez, en total se pudo recuperar la información genética de 64 individuos sacrificados hace más de un milenio. Concretamente, entre los años 800-1000 d.C. Todo ello, a partir de muestras de tan solo 50 microgramos de polvo de sus restos fósiles y sofisticadas técnicas de secuenciación genética.

Los análisis permitieron recuperar información genética de 64 individuos y desvelaron la historia de más de 500 años de sacrificios

Los hallazgos son sorprendentes. Sobre todo porque, según argumentan los expertos, parece que los individuos sacrificados estaban "seleccionados por una razón específica". Los análisis sugieren que todos los individuos enterrados en este espacio dedicado a rituales eran hombres. En muchos casos, niños varones. Todos procedían de poblados mayas cercanos. Al menos una cuarta parte compartían cierta relación genética y, además, parecía que habían tenido dietas similares por lo que se cree que pudieron pertenecer a una misma familia o hogar.

"A principio del siglo XX se popularizaron historias escabrosas sobre el sacrificio de mujeres jóvenes y niñas. Este estudio demuestra que son falsas"

Christina Warinner

— Profesora de la Universidad de Harvard

"Los análisis genéticos y el hallazgo de la similitud en las dietas sugieren que entre varios de ellos podría haber una conexión familiar de primero o segundo grado", explica Patxi Pérez-Ramallo, investigador español, miembro del equipo que ha liderado este trabajo y ahora afincado en la Universidad Noruega de Ciencia.

Detalle de un mural maya hallado en el complejo de Tzompantli en el que se retrata un sacrificio ritual.

Detalle de un mural maya hallado en el complejo de Tzompantli en el que se retrata un sacrificio ritual. / CHRISTINA WARINNER

Sacrificios para atraer la lluvia

Otro de los hallazgos más sorprendentes tiene que ver con la presencia de gemelos. Los análisis genéticos desvelaron la presencia de al menos dos pares de gemelos idénticos que habían sido víctimas de un sacrificio ritual maya. Existen muchas evidencias de textos antiguos, grabados y esculturas mayas sobre el uso de gemelos en prácticas rituales. En el libro sagrado Popopl Vuh, por ejemplo, se relata la historia del descenso al inframundo de los gemelos Hun Hunahpu y Vucub Hunahpu y su posterior sacrificio ritual para contentar a los dioses. También se han hallado esculturas que reflejan el sacrificio y entierro conjunto de gemelos idénticos o parientes cercanos como parte de los rituales mayas.

El análisis de los restos desvela la presencia de personas emparentadas y al menos dos pares de gemelos idénticos

El análisis de textos antiguos sugiere que el sacrificio de niños en la cultura maya podría estar relacionado con rituales para favorecer las cosechas y las lluvias. De hecho, se cree que los antiguos mayas veían la sangre que se obtenía de los sacrificios como una herramienta que servía, por un lado, para apaciguar a los dioses y mantener el correcto equilibrio del cosmos y, por otro lado, para reclamar a las deidades acciones específicas como pedir el fin de una sequía y asegurar los cultivos de trigo. Existen pruebas específicas que vinculan sacrificios rituales con ofrendas al dios maya Chaac, deidad del agua y de las lluvias y último responsable del impacto de una sequía en el territorio. 

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