Seguridad Vial

Dormirse al volante ya es la segunda causa de accidente en carretera en España

Los siniestros provocados por la somnolencia son letales, porque el conductor no suele poder reaccionar a tiempo

Accidente de tráfico.

Accidente de tráfico. / EP

Patricia Martín

Una de los males de nuestro tiempo tiene que ver con lo poco que dormimos. Particularmente en España, casi la mitad de la población duerme menos de siete horas diarias, el 30% tiene trastornos de sueño y un 14% insomnio crónico. Y, al igual que sucede con el consumo de alcohol, el problema de salud pública se traslada a las carreteras. Los expertos calculan que la somnolencia podría ser el segundo problema que causa más siniestros viales, por detrás precisamente de la conducción bajo los efectos de las bebidas alcohólicas.

Ante ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido abrir un debate y poner el foco en torno a los peligros de conducir sin haber descansado lo suficiente, sin hacer las paradas necesarias o tras haber consumido psicofármacos, que también pueden afectar a la conducción. Tráfico está realizando jornadas de concienciación, impulsando estudios sobre esta problemática y realizando de campañas para alertar a los conductores de que ‘el sueño al volante, mata’. Además, a partir de julio, todos los coches matriculados nuevos deberán incorporar detectores de fatiga y somnolencia.

El aumento de este tipo de siniestro lleva a la DGT a impulsar campañas y jornadas para alertar del riesgo de conducir sin dormir lo suficiente

Una investigación realizada por la DGT indica que en 2021 los problemas de cansancio y sueño provocaron el 7% de los siniestros mortales, lo que supone que, de media, cada año, 75 personas fallecen y otras 250 resultan heridas graves por este motivo. Al año siguiente, el porcentaje subió al 8%, por lo que es un problema en aumento, acorde con el crecimiento que han experimentado también los trastornos a la hora de dormir.

En 2022, la falta de sueño provocó el 8% de accidentes y los expertos alertan de que las cifras van al alza

Y el porcentaje podría ser aún más alto teniendo en cuenta que el 42% de los accidentes son por salidas de la vía y el 38% de los fallecidos por distracción, una especie de cajón de sastre en el que los expertos incluyen muchos comportamientos al volante, algunos relacionadas también con el cansancio y el sueño. Además, con certeza se sabe que los siniestros provocados por la somnolencia son extremadamente letales, porque el conductor no suele reaccionar a tiempo para frenar o corregir la trayectoria.

El 55% de los conductores admiten que fuerzan al máximo no detenerse cuando tienen sueño en sus desplazamientos vacacionales

El problema es que no se ha interiorizado lo suficiente que no descansar bien por la noche o tomar tranquilizantes puede afectar a la conducción. Un estudio realizado por la Fundación Línea Directa indica que el 55% de los conductores admiten que fuerzan al máximo no detenerse cuando tienen sueño en sus desplazamientos vacacionales. Además, casi el 60% admite que ha sufrido microsueños al volante y más de un 70% que ha tenido somnolencia, según una investigación de la Fundación Club Europeo de Automovilistas (CEA).

A partir de julio, todos los coches matriculados nuevos deberán incorporar detectores de fatiga y somnolencia

La falta de sueño merma la atención y los reflejos. Según Antoni Esteve, director de AdSalutem Instituto del Sueño, el riesgo de tener un accidente es cuatro veces más en el caso de haber dormido entre cuatro y cinco horas y se multiplica por once si se duerme menos de cuatro.

Los siniestros por somnolencia suelen ocurrir de madrugada o después de comer, el conductor viaja, generalmente, solo y se producen a alta velocidad y por salida de la vía, pero sin otros factores concurrentes. También suelen ocurrir en viajes repetitivos y autopistas. Los conductores profesionales y los hombres jóvenes son los más afectados.

Casi el 60% de españoles admite que en algún momento ha sufrido microsueños mientras conducía

La somnolencia al volante "puede ser tan peligrosa como conducir bajo los efectos del alcohol", sentencia. "Provoca una disminución de la atención, tiempos de reacción más lentos, deterioro del juicio y aumento de la probabilidad de microsueños. En el caso de haber dormido menos de seis horas los efectos en nuestros niveles de atención podrían ser comparables a los que puede tener una persona tras haber consumido tres o cuatro copas de vino", indica el especialista. Y según algunos estudios la concurrencia de alcohol y sueño multiplica por 30 las posibilidades de accidente.

Las estadísticas indican que en España se duerme, de media, 6,8 horas, lo que significa que muchas personas duermen mucho menos y, en concreto, el 45% confiesa que descansa por debajo de las siete horas recomendadas. Y es un problema al alza dado que el insomnio crónico en los últimos 20 años ha pasado de afectar al 6,4% de la población al 14%, sobre todo debido al estrés, el uso excesivo de pantallas y a los horarios más bien nocturnos de los españoles.

Los hábitos

En España se descansa peor que en otros países europeos porque nos acostamos más tarde que la media. "La cena y las actividades nocturnas, junto con el horario laboral que puede extenderse hasta bien entrada la noche, contribuyen a que los españoles duerman menos, en torno a un 10% menos, y descansen peor en comparación con otros europeos que tienen horarios más tempranos y regulares", sostiene Esteve.

El 45% de españoles confiesa que descansa por debajo de las siete horas recomendadas

Esta costumbre, junto al aumento de los problemas mentales y otros factores, ha contribuido a que España sea el país con mayor consumo de tranquilizantes. Estos fármacos que permiten dormir mejor pueden causar somnolencia, mareos o ralentización en los reflejos que también aumentan el riesgo de perder el control del vehículo. En 2022, el 14% de las víctimas mortales al volante había consumido psicofármacos, la tercera sustancia que afecta a la conducción más consumida, por detrás del alcohol (presente en los análisis forenses del 35% de los conductores fallecidos) y las drogas (el 20%).

Las sociedades conducen como viven y conducimos muy dormidos. Un problema grave que no se refleja en campañas, formación e información

Luis Montoro

— Catedrático de Seguridad Vial

"Las sociedades conducen como viven y conducimos muy dormidos. Un problema grave que no se ha reflejado [lo suficiente] en campañas, formación e información. Tampoco en medidas en las carreteras, como por ejemplo, la colocación de bandas sonoras para avisar a los conductores de que su vehículo se está saliendo de la vía", opina Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial.

La tecnología

El también presidente de honor de Fesvial -Fundación para la Seguridad Vial- considera que la instalación de detectores de somnolencia en todos los vehículos matriculados a partir de julio, que consisten en sensores en el volante que analizan la presión de las manos o de avisos de que hay que parar a las dos horas de conducción, "pueden ser de utilidad", pero tienen "graves imprecisiones y errores, ya que el sueño es una función psicofísica compleja".

La somnolencia no siempre produce bostezos o cabezadas, que la mente divague y no esté centrada en la conducción, también es un síntoma de que hay que parar

"El conductor debe de estar formado para detectar los síntomas previos al sueño, aunque no le avise el detector, como no saber dónde se encuentra, no recordar qué ha pasado en los últimos kilómetros o irse hacia el centro de la calzada", explica.

Y es que la somnolencia o fatiga no siempre produce bostezos o cabezadas. Que la mente divague y no esté centrada en la conducción, o no recordar lo que ha pasado en los últimos minutos, también es un síntoma de que hay que parar y descansar. Dado que poner el aire acondicionado o escuchar música a todo volumen no siempre sirve, según los expertos.

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