Manu San Félix en Formentera: «No aprendemos y seguimos destruyendo posidonia»

En su intervención denuncia nuevas agresiones a las praderas de esta planta y pide cambiar hábitos

Manu San Félix en su intervención en el encuentro internacional Viajes y Comunicación

Manu San Félix en su intervención en el encuentro internacional Viajes y Comunicación / CIF

Carmelo Convalia

Carmelo Convalia

Manu San Félix fue el encargado de abrir ayer en Formentera, en el Hotel Casbah, el encuentro internacional Viajes y Comunicación VYCO que continuará este sábado y domingo en Ibiza. En los últimos años este biólogo, divulgador y explorador de National Geographic se ha convertido en una de las voces más autorizadas del estado de los mares, especialmente el Mediterráneo, y de los océanos.

El ancla de un velero arrancando ayer plantas de posidonia en es Calo de s’Oli. | MANU SAN FÉLIX

El ancla de un velero arrancando ayer plantas de posidonia en es Calo de s’Oli. | MANU SAN FÉLIX / Carmelo Convalia. Formentera

Desde Formentera comenzó hace más de 30 años a dar a conocer los valores de los fondos marinos de las Pitiusas y a hacer visible lo que hasta entonces era desconocido para los que nunca se habían sumergido bajo el mar. Empezó a defender la posidonia como una de las plantas marinas más importantes de las aguas mediterráneas por su capacidad para mantener el equilibrio medioambiental en la franja litoral, garantizando la trasparencia de las aguas y la fijación de la arena en las playas. También se fijó en lo esencial que es esta planta para la vida y la economía de los isleños.

«El objetivo es hacer ver a la gente, con un lenguaje sencillo, lo importantes que son los mares y océanos, aquí el Mediterráneo, para la vida del planeta», explicó San Félix poco antes de su intervención, presentada por el periodista, escritor y director de documentales, Paco Nadal.

En su charla abordó la importancia que tiene para la vida en el planeta el agua, la poca cantidad que hay y todo lo que aporta. Pero sobre todo se centró en la posidonia y en cómo afecta a nuestras vidas y a nuestra economía esta planta marina. Tras analizar su situación actual y exponer las amenazas que afronta, abordó los problemas a los que se enfrenta y aportó algunas soluciones: «Sabemos qué tenemos que hacer para recuperar el Mediterráneo y los océanos, sabemos cuáles son los problemas y tenemos las soluciones», afirmó.

«La solución implica un cambio de comportamiento y eso es lo que nos cuesta muchísimo a las personas, es posible que ese cambio sea traumático, por lo protestones que somos, pero cuando cambiemos de hábitos pasará el tiempo y miraremos atrás para sorprendernos de cómo pescábamos, cómo tratábamos nuestras aguas residuales o cómo fondeábamos nuestros los barcos», explicó.

"La solución implica un cambio de comportamiento y eso es lo que nos cuesta muchísimo a las personas"

Manu San Félix es optimista: «Podemos cambiar la situación si llegamos al difícil compromiso de estar todos unidos» en la defensa del medio ambiente.

Pero las buenas intenciones parecen reñidas con la realidad. Ayer mismo, cuando volvía de una inmersión, se topó con un velero de 28 metros de eslora fondeado sobre la pradera de posidonia de es Caló de s’Oli. No lo pudo evitar, se lanzó al agua y pudo captar con su cámara cómo el ancla de la embarcación se llevaba por delante decenas de plantas de posidonia que tardarán décadas en recuperarse.

A pesar de todo, San Félix considera que «se ha avanzado mucho en concienciación y la gente sabe lo importante que es la posidonia», lo cual no es suficiente sin embargo para garantizar su protección. «Hay vigilancia de fondeos, el Govern balear ha hecho una ley para proteger la posidonia y está toda la cartografía de Balears pero, a pesar de todo, parece que no aprendemos y seguimos destruyéndola».

Como ejemplo mostró la foto del ancla del velero que él mismo pudo hacer ayer en pleno Parque Natural de ses Salines y en una zona es Caló de s’Oli donde tendría que estar montado el campo de boyas, pero aún no se ha instalado. El biólogo señaló también que el problema no solo se circunscribe a las aguas de Formentera.

Talamanca

Manu San Félix relató que el pasado miércoles en la bahía de Talamanca, «que tiene probablemente el arrecife barrera de posidonia más grande del Mediterráneo y había un centenar de barcos, y barcos enormes, fondeados todos encima de la posidonia». Para este experto resulta «un poco frustrante la postura de la administración, habría que darle un tirón de orejas, están comprometidas las navieras y muchos navegantes y me pregunto por qué no hace algo la Administración, por qué no hay un campo de boyas ecológicas en Talamanca».

Para avanzar en la protección solo hay una receta: «Proteger lo que tenemos y dejar de perder biodiversidad; segundo, educar a niños y jóvenes». Algo que hace San Félix desde la Fundación Vellmarí. «Estamos trabajando en un proyecto a cinco años con el desafío de sembrar 3.000 plantas; luego está la concienciación, el mensaje es qué fácil es destruir y que difícil es recuperar, ese 35% de posidonia que hemos perdido nos va a costar sangre, sudor y lágrimas recuperarlo», concluyó.

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