El Ayuntamiento de Sant Josep estudia cambiar su polémica ordenanza de ruidos para que no resulten perjudicadas las actuaciones de música en vivo en el municipio. Así lo afirmó ayer el alcalde Josep Marí Ribas, después de una reunión en el Consistorio con los representantes de la Associació de Músics de Eivissa, en la que también estuvo presente el segundo teniente de alcalde, Ángel Luis Guerrero. Marí Ribas se comprometió a estudiar la introducción de cambios en la normativa, ya que, según argumentó, «el problema de Sant Josep no es este tipo de música, sino los excesos que se han cometido en determinados negocios turísticos del municipio», lo que provocó, explicó el alcalde, el endurecimiento de las ordenanzas municipales.

Horarios para los conciertos

Horarios para los conciertos

Así, en la reunión que tuvo lugar ayer y en la que también participaron los técnicos municipales y la letrada de la asociación se decidió facilitar la organización de conciertos en vivo, de forma que sean compatibles con el respeto al descanso de vecinos y a la convivencia.

Algunos de los aspectos tratados fueron la posibilidad de eximir del uso de limitadores de sonido a las actuaciones de música en vivo, acotar unos determinados horarios para los conciertos (todas las actuaciones en vivo deberían finalizar antes de las once de la noche) y, además, establecer la obligación de comunicar de forma previa al Ayuntamiento el calendario musical. Además, el alcalde aprovechó para recordar que, en cualquier caso, debe respetarse el límite de decibelios que establece la Ley estatal sobre actuaciones al aire libre.

Los responsables municipales también aprovecharon el encuentro para aclarar que la ordenanza «no prohíbe la música en vivo», sino que pone freno «a la proliferación de actividades de entretenimiento turístico al aire libre, como discotecas» en el municipio de Sant Josep.