Esta mañana comienzan el curso en las Pitiusas un total de 19.500 alumnos, 18.279 en Ibiza y 1.221 en Formentera, según los datos facilitados por la conselleria balear de Educación. De ellos, 4.295 (3.969 en Ibiza y 326 en Formentera) están matriculados en Infantil, 8.737 (8.206 y 531) en Primaria, 4.951 (4.647 y 304) en Secundaria y 1.517 (1.457 y 60) en Bachillerato. En los próximos días se incorporarán el resto de estudiantes. El 22 de septiembre comienzan las clases los alumnos de los ciclos formativos (298 en FP Básica, 680 en FP de Grado Medio y 364 de Grado Superior). Desde Educación recuerdan que aún no está cerrada la matrícula de los ciclos formativos, motivo por el que es posible que el número de estudiantes aumente hasta el primer día de clases.

Muchos de ellos se incorporan hoy a centros en los que ayer por la tarde aún se estaban realizando obras. Es el caso del colegio Sa Graduada, de Vila, en el que varios operarios se afanaban en concluir la reparación de la entrada principal del edificio. La dirección de la escuela aseguró que les habían garantizado que los trabajos estarían acabados y que esta mañana los alumnos podrán entrar por este acceso.

La dirección de Sant Carles ha decidido, por el momento, no utilizar el barracón que la conselleria balear de Educación ha instalado en el patio para escolarizar a un nuevo grupo de Infantil de tres años. No dejarán que los escolares entren hasta que un ingeniero les garantice que la rampa que han instalado para acceder al aula prefabricada es correcta. Los responsables del colegio consideran que es demasiado empinada para niños tan pequeños que, afirman, podrían caerse.

En el colegio Sant Jordi también confían en que esta mañana esté todo terminado. La dirección del centro explica que, finalmente, el Ayuntamiento de Sant Josep ha realizado las obras que llevaban tiempo reclamando. Las familias acusaron este verano al Ayuntamiento de Sant Josep de no encargarse correctamente del mantenimiento del centro. Las obras que exigían al Consistorio, básicamente que arreglara una zona del patio que se convierte en una piscina cuando llueve, ya está casi terminada.

La dirección del centro, sin embargo, señaló ayer que siguen a la espera de las obras que debe realizar la conselleria balear de Educación a través del Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (Ibisec). Señalan que el firme levantado en las pistas deportivas es «peligroso», ya que los alumnos pueden tropezar al correr y jugar. De hecho, el colegio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para pedir una solución provisional, ya que la conselleria no les ha dado plazo alguno de cuándo abordarán esta actuación. De momento, se han planteado la posibilidad de vallar la zona en la que el suelo está peor e, incluso, de quitar las planchas que lo cubren y poner cemento hasta que Educación arregle las pistas deportivas. La dirección del centro recuerda que aún están a la espera de que solucionen el problema de los espacios que se inundan cuando llueve y para los que tampoco tienen aún fecha.