Opinión | El trasluz
Haz algo

. / Shutterstock
Tengo el ojo izquierdo de mi madre incrustado en mi cara. Literal. Y su ojo izquierdo era el ojo del dolor. No podía con él mi pobre madre, no había analgésico que le quitara el padecimiento que le producía ese pequeño órgano corporal. Un daño que venía de la parte de atrás del globo.
-Del globo ocular -decía ella.
La combinación de esas dos palabras, globo y ocular, me producía extrañeza y me fascinaba a la vez. Globo ocular, en fin. Me gusta repetirlo. Mi madre se lo habría arrancado, se habría arrancado el globo ocular con sus propias manos y lo habría tirado a la basura. Recuerdo la expresión con la que extraía los ojos de los peces y los arrojaba al cubo como si se trataran del suyo, como si ensayara el modo quirúrgico de extirpárselo a sí misma, de deshacerse de él. Un ojo fuera de su cuenca no dura mucho porque los ojos son pura gelatina. Necesitan permanecer ahí, en esa cavidad húmeda, productora de jugos, para no echarse a perder. Un ojo seco se convierte en una cagarruta. No es que deje de ver, es que da asco verlo.
Cuando ya no podía más, mi madre salía furiosamente a la calle porque el aire le sentaba bien. El aire alivia las migrañas, no las quita, pero las aplaca. Yo salgo a caminar temprano porque atribuyo al frescor de las primeras horas propiedades curativas. Y sin duda las tiene. Como la neuralgia de ojo avisa, a las cinco de la mañana, cuando me despierto y percibo su aura, el aura que precede al daño, me pongo en pie, ya que la posición vertical, misteriosamente, disminuye su fuerza, me visto y salgo a la calle en busca de las propiedades medicinales del aire. Cuando la terapia funciona, vuelvo a casa exultante, eufórico, aunque he de llevar cuidado con la euforia porque a veces es la precursora de alguna forma más o menos leve de depresión.
Mamá, he heredado tu ojo izquierdo, tu globo ocular izquierdo, aunque te enterramos con él. Lo llevo en mi cara y me maltrata como te maltrataba a ti. No puedo con él, no lo soporto, hay días en los que me tiraría por la ventana.
Haz algo.
- Joan Estévez, mercenario español en Ucrania: “Cobraba 3.500 euros; maté al menos a ocho rusos”
- Se desvela el secreto de Jorge Fernández y Laura Moure de La Ruleta de la Suerte
- Abre en Ibiza una 'pizzería de lujo' a precios de oro
- Rescate en Ibiza: encuentran al capitán de un barco a la deriva con un fuerte golpe en la cabeza
- Piden al menos 18 años para un profesor por abusar de varias alumnas menores en Ibiza
- Un extrabajador de un comercio de Ibiza entra a robar en el local dos veces en un mismo día
- Impactantes imágenes de las obras de UNVRS
- Un gran desconocido y con pocos turistas: así es el pueblo más bonito de España para un fin de semana