Cataluña

PSC y ERC constatan que el pacto está lejos en una primera reunión para negociar la investidura

El partido independentista reclama un concierto económico que implique tener la llave de la caja y la salida del régimen común

Salvador Illa, en un pleno del Parlamento de Cataluña.

Salvador Illa, en un pleno del Parlamento de Cataluña. / ZOWY VOETEN

Sara González, Carlota Camps

Primera reunión de las negociaciones para la investidura entre el PSC y ERC con resultado previsible: el pacto para que Salvador Illa logre ser presidente de la Generalitat está lejos. Lo admiten ambas partes, motivo por el que el líder de los socialistas catalanes tiene previsto pedir este miércoles "más tiempo" al presidente del Parlament, Josep Rull, tras constatar que no habrá amarrado los apoyos suficientes para el pleno del 25 de junio. El propio capataz de la Cámara ya ha dado casi por descontado este martes que ese día no habrá candidato y que se activará la cuenta atrás de dos meses que tendrán los partidos para alcanzar un acuerdo o, por contra, ir a una repetición electoral. Nadie duda de que la entente, si es que la hay, no se producirá hasta que se agote el calendario de negociaciones, que tiene el 26 de agosto como fecha límite.

El encuentro entre ambas partes se ha producido tras constatar el choque por la interpretación que socialistas y republicanos hacen de la financiación "singular". Los primeros enmarcan ese modelo dentro del Estatut, mientras los segundos dejan claro que lo que reclaman es un concierto económico que implique tener la llave de la caja y la salida del régimen común. Así que la distancia es en estos momentos es significativa. No obstante, los dos partidos se han emplazado a seguir negociando y han pactado un escueto comunicado para trasladar públicamente precisamente eso: que nada acaba, que todo empieza y que continuarán hablando.

"Va para largo"

"Eso es bueno", sostienen fuentes de la cúpula socialista, que valoran positivamente la reunión celebrada en Barcelona con la delegación de ERC y que mantienen que es posible lograr los 68 apoyos necesarios para la mayoría absoluta. Los republicanos, por su parte, han decidido valorar la reunión públicamente. Un encargo que ha asumido la portavoz de ERC en la Cámara catalana, Marta Vilalta, que a pesar de evitar entrar en los detalles de la reunión, sí ha querido advertir de que la negociación con el PSC necesitará "tiempo".

"Va para largo", ha recalcado la republicana, al mismo tiempo que ha recordado que las condiciones de su partido pasan por el concierto económico y la "defensa" de la lengua catalana. La dirigente republicana, que forma parte del equipo negociador designado por ERC, también ha aprovechado para lamentar que ni Illa ni Puigdemont se planteen presentarse a esta primera investidura y ha tachado su decisión de "irresponsable" e "irrespetuosa" con la institución.

También desde el Govern en funciones, aún pilotado por ERC, han presionado a los socialistas a favor de esta financiación singular. La portavoz del Ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, ha defendido que el punto de partida de la negociación debe ser la propuesta que presentó el president Pere Aragonès en el pasado mes de marzo. Según aquel documento, la Generalitat debería dar un gran salto en la recaudación de sus impuestos: de gestionar el 9% como ahora -casi 5.000 millones- al 100% -casi 52.000 millones-. Fuentes republicanas sostienen que el planteamiento no ha variado: o hay esta financiación o el PSC deberá buscar otros socios. Y si no los encuentra, repetición electoral.

Los Comuns priorizan estar en el Govern

No obstante, tanto el PSC como los Comuns se acogen a que hay tiempo hasta finales de agosto y normalizan el acto equivalente a la investidura fallida que se dará por bueno el martes que viene. Los socialistas se reunieron también este lunes con los Comuns, cuyos seis votos son también imprescindibles para la cuadratura del círculo, y ambos han insistido en últimas horas que la única suma "viable" es la "progresista" con ERC, mientras que Carles Puigdemont no tiene una mayoría a su alcance pese a mantener el pulso por la presidencia de la Generalitat. "O hay acuerdo a tres o repetición electoral", ha subrayado Albiach, que ha prometido que será "exigente" para formar un Govern "fuerte y estable" del que priorizan formar parte.

Las exigencias de los Comuns, que buscan compensar con influencia los dos últimos reveses en las urnas y cuyo grupo en el Parlament ha prescindido formalmente de las siglas de Sumar, pasan por que el nuevo ejecutivo presidido por Illa tenga como prioridad solucionar la crisis de la vivienda, fortalecer la sanidad y la educación pública y que las políticas de la Generalitat estén supeditadas a la emergencia climática. Es en este marco en el que incluyen la oposición al Hard Rock que precipitó la convocatoria de las elecciones, proyecto que sí que defienden los socialistas.

No han puesto como condición 'sine qua non' el modelo de financiación, como sí que lo es para ERC, aunque la presidenta de los Comuns en el Parlament se ha mostrado partidaria de que Catalunya tenga un sistema propio y negociado de forma bilateral sin aclarar si eso puede significar la salida del régimen común o bien debe enmarcarse dentro del Estatut vigente, como defiende el PSC.

El tándem Jové-Vilalta, continúa

La reunión entre el PSC y ERC se ha producido el mismo día en que Rull inaugura la ronda de contactos con los grupos para constatar que ni Illa ni Puigdemont están dispuestos a dar el paso de presentarse a la investidura el día 25. "Hay tiempo hasta el 25 de agosto", ha defendido el presidente del Parlament quitando hierro a que no se produzca, por ahora, un intento y se eche mano del "acto equivalente" a una investidura fallida para activar el reloj. Los republicanos, como los socialistas y Junts, pasarán por el despacho de Rull este miércoles, motivo por el que ha definido ya quién llevará las riendas del grupo parlamentario. 

Ante la duda de si la legislatura tendrá continuidad o no y pese a las turbulencias internas que viven los republicanos, ERC ha optado por mantener el tándem de Josep Maria Jové y Marta Vilalta en la presidencia y la portavocía del grupo en la institución. Ambos, próximos a Marta Rovira, son también miembros del equipo de las negociaciones para la investidura. Sí que se incorpora, como portavoz adjunto, el diputado Jordi Albert, próximo a Oriol Junqueras, que asumirá el rol que había ejercido en la pasada legislatura Jordi Orobitg, que esta vez no ha entrado como diputado.