Medio ambiente

Alertan de que el torrente del Port de Sant Miquel «vuelve a ser un polvorín»

Los vecinos de la zona reclaman que se desbroce la vegetación, que ha invadido por completo la Font des Tur y sus regadíos

Imagen del torrente, a los pies de la carretera del Port de Sant Miquel.

Imagen del torrente, a los pies de la carretera del Port de Sant Miquel. / J.A.C.

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

El torrente del Port de Sant Miquel es fácilmente reconocible por todo el cañaveral que serpentea por su cauce, que ha invadido tanto el espacio que es imposible pasar por él. Los vecinos están alertando de que toda la vegetación que se extiende a lo largo del lecho, completamente seca por estas fechas, genera un importante riesgo de incendio y reclaman que se desbroce. Además de los motivos de seguridad, la espesura del ramaje oculta por completo un importante conjunto patrimonial, formado por sa Font des Tur y el sistema de riego que descendía hacia la playa.

Los vecinos puestos en contacto con este diario aseguran que llevan cuatro años solicitando al Ayuntamiento de Sant Joan que se retire la vegetación que ha ocupado el torrente. La competencia en estas labores de mantenimiento corresponden a la dirección general de Recursos Hídricos del Govern balear, que ayer no respondió a una consulta de este diario sobre si tenía previsto desbrozar esta zona en esta o en próximas campañas.

Por su parte, el Ayuntamiento tampoco facilitó la información sobre si se han dirigido a la conselleria del Mar y del Ciclo del Agua para instar a que desbroce este torrente. «Llevamos cuatro años insistiendo y seguimos igual», lamenta una vecina

Durante el año pasado, Recursos Hídricos, que forma parte de la conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, adecentó cerca de siete kilómetros de torrentes en la isla de Ibiza, entre Santa Eulària y Sant Joan, pero no en el Port de Sant Miquel. «Aquí no han venido a limpiar en la vida», subraya esta afectada.

«Antes al menos podíamos recoger cañas, pero ahora se supone que no podemos tocar nada de lo que se encuentre en el cauce. Además, la vegetación se ha expandido mucho en los últimos años porque la depuradora de Sant Miquel a veces pierde agua y así crecen más las plantas», lamenta esta vecina.

A las puertas de la tragedia

Justo en pocos días se cumplirán nueve años del incendió que asoló esta zona y que obligó a desalojar a un centenar de personas. Por fortuna, este fuego pudo controlarse cuando estaba al borde del Puig de Missa.

Las llamas se originaron a escasa distancia de donde se encuentra la depuradora de Sant Miquel, junto a la bajada que une el pueblo con la playa del puerto, en un tramo del torrente conocido como s’Assut. El fuego asecendió por el viento en dirección a la iglesia y al núcleo urbano pero, gracias a la decidida intervención de los efectivos del Ibanat, no llegó a cruzar la carretera,

Los vecinos de este tramo del torrente del Port de Sant Miquel presenciaron las llamas frente a sus casas y, por momentos, se temieron lo peor. Tras el fuego, la vegetación volvió a brotar con fuerza, hasta el punto de que «ahora está pero que antes, esto es un polvorín».

El abandono de la agricultura no solo ha provocado que las cañas y el brezo se propaguen por todo el lecho del torrente, con el consiguiente riesgo de incendio. La mayor parte del sistema hídrico que regaba todos los huertos de la zona también se ha perdido momentáneamente.

Tras la maleza, completamente oculta, se encuentra la Font des Tur.

Tras la maleza, completamente oculta, se encuentra la Font des Tur. / J.A.C.

El elemento patrimonial más importante de este entorno es la Font des Tur, a poca distancia de la falda de es Puig de Missa. Es fácil llegar a ella con las indicaciones de los vecinos, ya que se encuentra a los pies de un camino que cruza el lecho del torrente. Allí partía un sistema hídrico que regaba los huertos y alimentaba algún molino harinero.

Sin embargo, ahora hay que retirar el brezo para observar algunas de las rocas que forman la bóveda de la fuente. También se adivinan los restos de alguna acequia, pero es completamente imposible adentrarse en las cañas para seguir su recorrido. Tal y como recoge la Enciclopèdia d’Ibiza i Formentera, esta fuente ya está documentada en el plano de la isla de Ibiza del capitán de ingenieros José García Martínez. n

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