Entrevista | Karen Windle Presidenta del Ibiza Fashion Festival:

Karen Windle, presidenta del Ibiza Fashion Festival: «En Ibiza existe una conciencia responsable de la sostenibilidad»

«En Ibiza existe una conciencia responsable de la sostenibilidad» | IFF

«En Ibiza existe una conciencia responsable de la sostenibilidad» | IFF

Juan Suárez

Juan Suárez

El Ibiza Fashion Festival presenta este año su undécima edición consecutiva el jueves 4 de julio en el espacio 528 de Sant Antoni, en la que participan 20 marcas de ropa, calzado, joyas, baño y accesorios locales e internacionales de diferentes países en un evento de moda cien por cien sostenible, pionero y único de la isla de estas características, y con fines benéficos para la asociación One Pure Sea. Además, harán una limpieza de Cala Tarida el día posterior al desfile.

¿Qué le decidió a montar este festival de moda sostenible en Ibiza?

Tras quince años trabajando como estilista de moda en eventos como The London Fashion Week llegué a Ibiza en 2012 de vacaciones, me enamoré de la isla, hice amigos locales e imaginamos un festival de moda como los que hacía en Londres o París, pensando desde la perspectiva de una moda más sostenible, qué podía hacer en una isla tan maravillosa como Ibiza en torno a la masificación turística, la limpieza y la polución bajo el paraguas de la moda. Y al mismo tiempo concienciar a la gente de que no hay que comprar mucha moda sino que se puede comprar una cierta cantidad de ropa buena y bien hecha para utilizar muchas veces en vez de buscar ropa barata. Cuando llegas a la isla te das cuenta de que no necesitas tanta ropa para tus vacaciones y que no es necesario dejar ropa innecesaria en los hoteles cuando vuelves a casa.

¿Quién potencia este tipo de actuación?

Los influencers de moda vienen, hacen sus fotos y sus shootings y dejan la ropa que no les interesa aquí. Es una consecuencia de la moda de usar y tirar.

¿Cuál es su objetivo principal?

Queremos concentrarnos en las marcas de Ibiza que no tienen tanta visibilidad y tienen problemas para subsistir a lo largo del año, pero que son muy creativas y están comprometidas con la sostenibilidad. Para darle visibilidad al festival traeremos medios especializados en moda de Londres, diseñadores internacionales que conocen la idea y la isla y algunas celebridades que nos ayuden a dar máxima difusión y visibilidad a este evento. Será un festival en el que uniremos a los diseñadores de la isla con creadores internacionales para intercambiar ideas y desarrollar nuevos proyectos en torno a una moda sostenible.

¿Cómo intentan conseguirlo?

La idea es lograr tener un hub o estudio en la isla para la educación, creación y financiación de artistas con afinidad por la moda sostenible, tenemos cuatro consultores sostenibles que ayudarán en el desarrollo de este aspecto y cómo aprovecharlo. Mi visión es conseguir que este espacio tenga visibilidad en Internet a través de Ibiza Fashion Festival Limited creando una compañía netamente española y pagar los correspondientes impuestos como empresa local, dirección en la isla y que pueda recibir dinero de fundaciones y marcas que tienen que ver con esta idea de Ibiza.

¿Por qué hace este proyecto?

Por amor a la isla y su gente, siento que hay una forma mejor de vivir, de entenderse, respetar un nuevo entorno entre cada una de las personas y tener un bienestar que sea respetuoso con el medio ambiente, que empieza en ti mismo. Todo lo que hacemos tiene un solo nivel y en este cabemos todos, nadie es mejor que otro y debemos mantener esa idea. Quiero ayudar a Ibiza trabajando conjuntamente con asociaciones locales como Ibiza Plastic Free y ayudar con las camisetas de desperdicio, no traeremos nada de plástico a la isla y trataremos de reciclar del mismo modo también la moda de baño. Es mejor reducir el plástico y la contaminación que reciclar, ya que el plástico siempre acaba en algún lugar de la tierra.

¿Y el dinero que logren recoger del evento a qué lo destinarán específicamente?

Si logramos no perder dinero estaremos contentos, pero tenemos un presupuesto de unos 20-25.000 euros para ayudar a los diseñadores locales, el dinero de la venta de tiques irá a la Asociación One Pure Sea y luego limpiaremos la playa de Cala Tarida, el año pasado lo hicimos en Cala Gració, donde encontramos cantidad de pañales de niño porque no había facilidades públicas para controlar esto. A veces para despertar conciencias hace falta ver físicamente dónde está el problema y ponerle solución y eso es un cambio positivo.

¿En un momento en el que la moda de usar y tirar tiene una gran demanda por parte de los jóvenes, cómo se puede educar y concienciar a la gente de no comprar ropa contaminante?

Es una porquería lo que se está haciendo en la actualidad por parte de algunas marcas internacionales. Lo principal es educar al consumidor no solo sobre cómo comprar sino también de la importancia de no vestir con mucha ropa cuando estás de vacaciones. Se puede hacer con una pequeña selección de prendas y no traer una maleta llena de cosas innecesarias y que vas a tirar. En Ibiza tenemos el lujo y sus exposiciones y eso tiene un reflejo.

¿Hay fórmulas para reducir la fabricación del fast fashion?

Estamos colaborando con marcas que tienen fábricas locales de ropa sostenible que pueden hacer prendas bien hechas, de calidad que duran diez años y fabricadas por encargo para obtener moda de calidad. Los intermediarios ganan mucho dinero con la venta de fast fashion cada temporada y la forma de luchar contra eso es hacer pequeñas colecciones que la gente pueda obtener directamente sin los intermediarios y que el abastecimiento no sea todo made in China. De esta forma se puede conseguir moda con prendas de lujo y calidad por 50 ó 60 euros.

¿Han tratado de hacer este festival en otros lugares?

Lo intentamos en Londres, pero no tenían ningún interés en la sostenibilidad, solo les interesa cuánto dinero pueden ganar… y hay mucho dinero a ganar. Todo el mundo en Ibiza tiene conciencia responsable del cuidado del medio ambiente y les gustaría hacer algo más, porque son apasionados del lugar donde viven y quieren que se respete. Pero la industria turística en la isla es muy importante y es difícil compaginar el dinero que representa para la gente que vive de esta industria y lo que significa la conservación de los espacios. No se trata de decir a los turistas que no vengan, pero sí de educarlos a que no lo estropeen todo y luego se vayan. Es una cuestión de respeto hacía el lugar que visitan, las nuevas generaciones británicas no están demasiado concienciadas con este problema.