Proyecto artístico

Historias de fracasos del ocio nocturno ibicenco

La artista Irene de Andrés expone por primera vez en Ibiza «casi al completo» su proyecto ‘Donde nada ocurre’, en el que repasa la historia fallida de cinco discotecas de la isla: Festival Club, Idea, Heaven, Toro Mar y Glory’s

La muestra se puede ver en Sa Punta des Molí, dentro del Programa OFF de CAN Art Fair

Maite Alvite

Maite Alvite

La estructura inacabada de la discoteca Idea, que durante 24 años formó parte del paisaje urbano del paseo marítimo de Sant Antoni, fue el punto de partida del proyecto de Irene de Andrés (Ibiza, 1986) ‘Donde nada ocurre’, que se puede visitar desde el pasado 21 de junio y hasta el 14 de julio en el Espacio Cultural Sa Punta des Molí, en el marco del Programa OFF de la feria CAN Art Fair 2024.

«Es la primera vez que este trabajo se expone casi al completo en Ibiza», resalta su autora, que en 2019 lo mostró íntegro en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. En la isla, recuerda, se pudo ver una pequeña parte en la muestra ‘Teoria de l’alegria’, que se organizó en 2020 para celebrar el 50 aniversario del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE), que, además, cuenta desde 2017 con una instalación de la artista ibicenca, ‘A place where nothing ever happens’, vinculada a ‘Donde nada ocurre’.

Este título está inspirado en la letra de un tema del grupo americano Talking Heads, ‘Heaven’, precisamente el nombre de otra de las discotecas ibicencas cuya historia fallida relata De Andrés a través de «fotografías, esculturas, vídeo y grabado». Lo comenta durante una visita guiada por ella misma a una decena de periodistas internacionales, a los que acaba de dar la bienvenida en la entrada de Sa Punta des Molí, donde expone por primera vez. «Me emociona poder mostrar en Ibiza un proyecto totalmente vinculado con la isla y hacerlo en este espacio, que está muy cerca de donde yo crecí», dice.

«Averiguar de dónde viene el mito de Ibiza e indagar en los orígenes del turismo de masas en la isla, además de conocer más acerca de su tierra natal» fueron las motivaciones que le llevaron a trabajar en este proyecto, que completó en 2016. Arrancó con él en 2011, cuando se topó con la noticia en la prensa local de que se iba a derruir por fin el esqueleto de hierros y hormigón de Idea para convertir el terreno en un aparcamiento. Entonces se percató de que aquella construcción inacabada, rodeada de un muro exterior que perteneció a la antigua sala Playboy, tenía prácticamente su misma edad. La curiosidad la movió a empezar a investigar. Tirando del hilo llegó a Festival Club, Glory’s, Heaven y Toro Mar, otras cuatro historias de salas de ocio de la isla que también forman o han formado parte del paisaje ibicenco durante décadas y que «fracasaron por no tener licencia de obras o por cese del negocio».

Irene de Andrés muestra la escultura que replica una parte de la cubierta de la discoteca inacabada Idea.  | TONI ESCOBAR

Irene de Andrés muestra la escultura que replica una parte de la cubierta de la discoteca inacabada Idea. / TONI ESCOBAR

Idea

De Idea se pueden contemplar en la exposición de Sa Punta des Molí, entre otras cosas, una imagen de Google Maps en las que se aprecia su estructura desde arriba, aunque la pieza más llamativa es una réplica de uno de los triángulos que componían la cubierta de la discoteca, que «se expone, por primera vez, al aire libre».

Tras el proyecto de Idea, «gracias al Premio Generaciones (2013), De Andrés pudo producir el de Festival Club, una sala de fiestas levantada en la ladera de una montaña en Sant Josep, de la que ahora solo quedan ruinas plagadas de grafitis.

Festival Club

Nadie diría, contemplando estos escombros, que en su día este espacio en forma de anfiteatro fue un lugar glamuroso con restaurante, pista de baile y «hasta un coso para capeas». «No era una discoteca como tal, sino un complejo turístico de entretenimiento muy ligado al tópico de flamenco y toros de la España franquista», explica. La gloria le duró a Festival Club cinco años, de 1969 a 1974. Tras su clausura, sirvió de escenario para una película erótica y para «numerosas raves clandestinas». De este enclave, invadido ya por la naturaleza, hay tres fotos en color en la Sala Walter Benjamin de este espacio cultural portmanyí.

Muy cerca de estas instantáneas, De Andrés muestra a la prensa internacional una serie de imágenes que retratan haces de luz y que están vinculados al tercer proyecto de ‘Donde nada ocurre’, sobre una discoteca del paseo marítimo Juan Carlos I de Vila que «a finales de los 70 se llamaba Charly Max y fue pionera en la utilización de la iluminación láser».

Dos periodistas contemplan el vídeo sobre las cinco discotecas. | TONI ESCOBAR

Dos periodistas contemplan el vídeo sobre las cinco discotecas. / TONI ESCOBAR

Heaven

Aquella sala de fiestas nunca llegó a funcionar mucho tiempo bajo el mismo nombre. No consiguió fraguar en ninguna de sus sucesivas vidas, como Penélope, Angel’s, Zulú, Heaven y finalmente Booom! Ya no existe el edificio, en cuyo solar se levanta ahora «un bloque de apartamentos».

La artista ibicenca relata su trayectoria mientras apunta a la imagen casi fantasmagórica del interior abandonado de Heaven, que cuelga en una de las paredes.

Toro Mar

De la historia de Toro Mar, que en los años 80 ofrecía espectáculos de flamenco y capeas y que quiso funcionar como discoteca, pero no pudo, a Irene de Andrés le atrajo, en primer lugar, su ubicación, en el Parque Natural de ses Salines. Aquel espacio, que se intentó incluso reconvertir en «museo del jamón», en estos años ha sido también escenario de varias fiestas ilegales.

En ‘Donde nada ocurre’ hay una escultura que replica «la ‘T’ que faltaba del rótulo de Toro Mar» y una serie de fotografías que realizó la propia De Andrés, sobre las que se superponen imágenes antiguas de archivo. En ellas se aprecia «la cúpula que se trató de construir sin éxito, ya que, al final, se tumbó el proyecto».

Glory’s

De esa estructura hay una maqueta que la artista encargó al estudio de arquitectura Carbajo Hermanos, que también reprodujo otra pieza que forma parte de la exposición, en la que se puede ver a pequeña escala parte del recinto donde se instaló la discoteca Glory’s. La sala de fiestas, construida en lo que era el hipódromo de Can Bufí, donde se habían celebrado carreras de galgos y de caballos, fue una de las primeras en funcionar de Ibiza a finales de los 70.

Irene de Andrés muestra los ejemplares que realizó en colaboración con Diario de Ibiza.  | TONI ESCOBAR

Irene de Andrés muestra los ejemplares que realizó en colaboración con Diario de Ibiza. / TONI ESCOBAR

Fue la arquitectura del lugar donde se levantó Glory’s, con forma de circo romano, y su uso como antiguo hipódromo y canódromo, lo que le interesó especialmente a la autora de ‘Donde nada ocurre’. «La discoteca tuvo dos vidas, una al aire libre y otra, en el interior de la parte de arriba», detalla. En ese momento señala dos obras enmarcadas protagonizadas por vinilos rotos que encontró tirados en el suelo de esta sala. Imitan la imagen de los discos de oro y de platino, con los que ilustra estas dos fases de Glory’s. En esa misma pared hay «dos impresiones sobre azulejos» en las que se leen frases que hablan de este espacio y que De Andrés encontró en internet. Al lado está, «impreso sobre conglomerado», el aviso que se podía leer en la entrada de la discoteca, en la que se advertía en varios idiomas que estaba prohibida la entrada a menores de 18 años. «Mientras, dentro, pinchaba como dj Nano Vergel, que tenía 17 años», cuenta con ironía la artista.

Material audiovisual

A Vergel lo pueden ver los visitantes en uno de los cinco vídeos que realizó De Andrés dedicados a cada una de las discotecas que forman parte de ‘Donde nada ocurre’. Se reproducen encadenados en otra sala del espacio cultural. «Vergel me hizo una sesión especial pinchando con los vinilos que ponía en los años 90 en el Glory’s», explica la artista visual, mencionando después otro vídeo en el que aparece el legendario Alfredo Fiorito pinchando en las ruinas de Festival Club, donde nunca llegó a trabajar.

La visita guiada concluye en el espacio donde se encuentra el trull de Sa Punta des Molí. Allí, dispuestos sobre una mesa, hay unos cuantos ejemplares de una publicación en forma de periódico que la artista editó en colaboración con el Diario de Ibiza. Contienen noticias seleccionadas desde finales de los años 60 hasta 2013 sobre las cinco salas de fiestas abandonadas. En una pared se exhiben más informaciones que salieron posteriormente, la última, de 2019, sobre el proyecto de viviendas y locales programado en el solar de Booom!.

'Donde nada ocurre'

Lugar: Espacio Cultural Sa Punta des Molí, en Sant Antoni.

Horario: Martes a viernes de 18 a 21 horas y los sábados de 10 a 14 horas y de 18 a 21 horas. Hasta el 14 de julio.

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