Can Art Fair | La bonanza del mercado del arte por el proceso de elitización de Ibiza

La tercera edición de la feria abrió ayer sus puertas en el Recinto Ferial con 33 galerías internacionales

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Al cruzar el vestíbulo del Recinto Ferial da la impresión de que se acaba de acceder al reservado de un club. Refuerzan esta impresión las paredes negras y el dj que ameniza la espera junto a una de las tres barras, todas ellas con camareros elegantemente uniformados. Numerosos asientos y sillones de diseño invitan a relajarse, pero, frente a este rincón de ocio, se abre el luminoso entramado con las más de 30 galerías que participan en la feria Contemporary Art Now (Can Art Fair).

Una de las barras de cóctels que dan la bienvenida en la feria.

Una de las barras de cóctels que dan la bienvenida en la feria. / Toni Escobar

La tercera edición de esta cita acaba de abrir sus puertas y no dejan de llegar espectadores pocos minutos después de las seis de la tarde de este miércoles. Abunda el público cosmopolita, al igual que las galerías participantes con sede en Estados Unidos, Australia, Japón, Bélgica, Alemania, Francia, Canadá, Luxemburgo o Portugal.

No falta la representación española, con dos participantes de Madrid, cinco de Mallorca y varias iniciativas locales. Hay un boyante mercado en expansión para todos ellos propiciado por la progresiva elitización de Ibiza. Tanto con las villas turísticas más exclusivas, que buscan un pomposo revestimiento para distinguirse, como por la reconversión de numerosos establecimientos hacia el lujo o la proliferación de segundas residencias, con nuevos propietarios sin problemas para gastar.

Dos visitantes recorren el Recinto Ferial.

Dos visitantes recorren el Recinto Ferial. / Toni Escobar

Se corrobora fácilmente dando una vuelta por las galerías. Parnilla Lundgren repite por tercera vez en esta cita con la Lundgren Gallery. Ella es sueca, pero su galería se fundó en Palma hace 13 años. La de Ibiza será la cuarta feria internacional a la que asiste este año y, como en sus participaciones anteriores, llega con las expectativas altas. «Aquí se vende bien y te encuentra gente muy interesante», destaca.

"El año pasado nos lo pasamos tan bien aquí que repetimos, tanto por la feria como por Ibiza"

Justin Callanan asiste por segunda vez desde Sídney con su galería, Piermarq. El pasado mes de abril, estuvo presente en la Expo Chicago y en noviembre le toca ir a Seúl para la Korean International Art Fair.

«El año pasado nos lo pasamos tan bien aquí que repetimos, tanto por la feria como por Ibiza. Fue muy divertido y, además, no vendimos nada mal», confiesa entusiasta.

Si los negocios ya fueron bien en las primeras ediciones, aun tratándose de un evento relativamente pequeño, Callanan apuesta por que Can Art aún tiene mucho potencial por desarrollar. «La feria de Basilea empezó en nada y ahora es la más importante del mundo», recuerda.

Una de las empresas que se estrena en esta tercera edición de Can Art Fair es la Lamb Gallery de Londres, que cuenta con dos directoras españolas, Celia Duque y María Ortiz. Ellas conocen bien el mercado local, porque Ortiz vive a caballo entre el Reino Unido y Ibiza en verano.

Can Art Fair.

Can Art Fair. / Toni Escobar

«Desde el covid, la escena artística no ha dejado de crecer y han abierto muchos galerías, sobre todo en Palma y cada vez vienen más coleccionistas a Ibiza. Estamos en un momento muy emergente para el mercado del arte», destacan.

De hecho, en los últimos tiempos han vendido obras a clientes radicados en la isla sin necesidad de recurrir a la plataforma de Can Art Fair. Por este motivo, han decidido apostar por este mismo nicho con su presencia en el Recinto Ferial.

Oriol Maspons

Una de las iniciativas que ha abierto a raíz de esta escena en auge es la Agon y + E cstasy, en funcionamiento desde 2022, que cuenta en su catálogo con una sección específica de «artwork villas». Su directora, Emma Salahi, ha apostado por dedicar su estand en la feria a las fotografías que Oriol Maspons captó en Ibiza entre los años 50 y 80. Las imágenes originales cuestan entre 4.500 y 6.000 euros, pero también está disponible el libro recopilatorio ‘Oriol Maspons Ibiza’.

Más reciente es la Maison Soleille, en la carretera de Santa Gertrudis, que acaba de abrir sus puertas hace tan solo una semana. Dos de sus responsables, Gabriela y Martin, confiesan, aún ajetreados, que solo hace unos minutos que han acabado de ultimar su estand.

«Llevamos muchos meses de trabajo y no hemos parado». Su propuesta creativa, que ahora empiezan a dar a conocer, combina las conexiones entre arquitectura, diseño y arte «con mucha identidad mexicana», comenta Gabriela, natural de la capital azteca.

Can Art Fair también cuenta con una serie de actividades paralelas de libre acceso, con artistas baleares

Programa

La feria Can Art, que recibe una subvención de 40.000 euros del Consell de Ibiza, se puede visitar en el Recinto Ferial hasta el sábado de seis de la tarde a diez de la noche, mientras que el domingo el horario se reduce de doce del mediodía a seis de la tarde. La entrada es de pago, a 21.49 euros, aunque se reduce a 11.25 euros para residentes en Balears, estudiantes menores de 25 años y jubilados con identificación acreditativa.

El evento también cuenta con una serie de actividades paralelas de libre acceso, con artistas baleares. Sa Punta des Molí alberga una exposición de la artista ibicenca Irene de Andrés, mientras que es Far de ses Coves Blanques, en Sant Antoni, se dedica a los mallorquines Alejandro Javaloyas y Bartomeu Sastre. Santa Eulària ofrece su refugio antiaéreo, en la plaza del Ayuntamiento, para la muestra del mallorquín Jaume Roig, mientras que Es Polvorí de Dalt Vila acoge la obra de Guillermo Rubí. Por último, en Formentera, el Hotel Blanco cuenta con la exposición de Francesc Rosselló.

Suscríbete para seguir leyendo