La Policía Nacional de Ibiza ha decidido destinar parte de los refuerzos que llegan mañana desde Palma y la Península a aumentar la seguridad en el puerto de Vila, la Marina y el carrer d’Enmig, donde comerciantes y vecinos llevan dos semanas intimidados por un grupo de delincuentes que roban en los negocios y amenazan a los trabajadores. Incluso, han agredido a dos de ellos, lo que supuso el arresto de uno de los delincuentes que días después quedó en libertad.
El jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, Alfonso Ares; el inspector de la unidad, David Ruiz, y dos agentes del Plan Colectivo ciudadano se reunieron ayer por la mañana con dos representantes de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Vila, Joaquín Senén y Enrique Welker, para llegar a un acuerdo «viable» y reducir el «miedo».
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Este miedo, que se respiraba sobre todo en el carrer d’Enmig, donde se cometieron varios de los robos (uno de ellos valorado en 2.000 euros), se ha reducido considerablemente en los últimos días.
El tapiado parcial por parte del Ayuntamiento de Vila de un callejón que conectaba la calle la Virgen (cerca del puerto de Vila) con el carrer d’Enmig ha sido, al parecer, una medida eficaz. Los delincuentes aprovechaban este callejón para cometer los delitos y huir del lugar con facilidad, aumentando la inseguridad de la zona.
A esta medida se suman los refuerzos que la Policía Nacional de Ibiza prometió ayer a los vecinos y comerciantes que, aunque ya respiran más calma indican que «no hay que bajar la guardia» frente a la delincuencia, consideró Senén.
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Órdenes de alejamiento
Por otra parte, los agentes de Participación y de Seguridad Ciudadana han reiterado a los representantes de los afectados la importancia, en caso de que se vuelva a producir alguna agresión, de denunciar «cada hecho» en la comisaría y también de pedir órdenes de alejamiento hacia los agresores. Respecto a esto, desde los juzgados de Ibiza explican que aunque se soliciten estas medidas de alejamiento, no están «previstas para este tipo de delitos».
«Si hay una detención, puede pedirse por el fiscal o por la parte perjudicada y que el tribunal acuerde una orden de no acercarse al lugar en cuestión», señaló el juez decano, Sergio González.
Sin embargo, no «es fácil» que algo se solucione a través de esta vía, añade, porque no hay un «criterio unificado, sino que es interpretable y decide el juez que lleve el caso». Luego, contra esa decisión cabría también la posibilidad de presentar recurso y que fuera la Audiencia Provincial de Balears la que finalmente decidiera.
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Los representantes de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Vila agradecieron, tras la reunión, la «atención» recibida por parte de la Policía Nacional de Ibiza. «Esperamos que los delincuentes no vuelvan a delinquir», expresó Senén. «Ha sido algo puntual pero si vuelve a suceder, ya sabemos que es importante llamar al 091 y poner la denuncia», prosiguió.
Los dueños de establecimientos de la zona aseguraron ayer que habían visto patrullar con más frecuencia a los agentes cívicos y equipos de la Policía Nacional y de la Policía Local de Vila a lo largo de los últimos días por delante de sus negocios. «Estamos mucho más tranquilos -declararon anteayer al ser preguntados este diario y también ayer tras la reunión-, pero no hay que bajar la guardia», repite Senén.