Los comerciantes del puerto de Ibiza se plantan ante los delincuentes

Los robos en varios negocios de la Marina y la agresión a dos de los comerciantes con una botella de cristal han puesto en el foco la inseguridad de la zona y sobre todo, en el callejón que conectaba el carrer d’Enmig con el carrer de la Virgen. «Por ese callejón no pasaban los turistas de los cruceros, solo mala gente», considera Joaquín Manuel Senén, presidente de la Asociación de Comerciantes del Puerto de Vila.

La aparición, desde hace dos semanas, de un grupo de unas siete personas de origen español y senegalés responsables de varios robos, amenazas y agresiones, es la principal causa de tensión en el barrio. Los comerciantes presentaron una denuncia ante la Policía cuando percibieron que el grupo había okupado un local cerca del estrecho callejón y se dedicaban a delinquir en la zona, algo que quedó registrado en las cámaras de seguridad de las tiendas cercanas. La Policía Local de Vila desalojó el inmueble, sin embargo, los presuntos delincuentes continuaron instalados en las inmediaciones.

Según Senén, la reapertura de la vía -que en los años ochenta estaba cerrada por «tema de drogas»- en 2022 es uno de los factores que ha contribuido a que se dé esta situación y haya aumentado la inseguridad en el barrio. «Ya le dijimos a Pep Tur -concejal de Cultura y Patrimonio de Vila durante el anterior mandato- que no era buena idea. Por desgracia el tiempo nos ha dado la razón», apunta el presidente.

El Consistorio ha llevado a cabo estos días los trabajos para tapiar el callejón, que según el presidente de la asociación de comerciantes «era un continuo trapicheo y de paso de gente que no conviene».

Petición formal

Por otra parte, los comerciantes se reunirán el próximo martes con el comisario de la Policía Nacional de Ibiza, Manuel Hernández, para expresarle sus preocupación y estudiar otras medidas para devolver la paz a la zona.

«Los agentes les han proporcionado varios números de teléfono para que contacten con ellos de inmediato si pasan miedo», señala Senén, quien ha agradecido a las fuerzas de seguridad su respuesta ante la situación que viven. «También hemos pedido formalmente a la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento y a la Delegación de Gobierno que refuerce el control policial», añade.

Además de delinquir, estas personas defecan y orinan constantemente en la vía pública, lo que hace que los vecinos lamenten la deplorable limpieza de las calles contiguas. «Si afecta a los comerciantes porque se sienten inseguros, nos afecta a nosotros también como vecinos», indica Nadia Gurbia, presidente de la Asociación vecinal de la Marina.

Pocas patrullas a pie

El sentimiento de inseguridad aumentó con el robo valorado en 2.000 euros en una de las tiendas de la zona y la paliza que uno de los miembros de este grupo propinó a dos comerciantes y por la que fue arrestado. «Les amenazó con que cuando saliera del calabozó -donde estuvo tres días-, lo mataría», explica la propietaria de un negocio del puerto.

Cuando la Policía Nacional dejó de retenerlo en sus dependencias, el presunto agresor se dirigió al local del hombre acompañado de otros miembros de este grupo para intimidarlo, añade la misma testigo. La propietaria apunta que hay muy «pocas patrullas de policía que vayan a pie» y que la presencia policial se reduce, casi siempre, al horario de mañana, cuando no hay tanto temor, ya que es «por la tarde y por la noche cuando la lían», asegura.

Desde el Ayuntamiento de Ibiza informan de que las patrullas locales están en contacto con la Policía Nacional para «colaborar» y de que se mantienen «en contacto» con los afectados a pesar de que, cada año, con la llegada de la temporada, se aumenta la seguridad en la zona.

Suscríbete para seguir leyendo