El estudio de movilidad propone la implantación de la zona azul y un ‘parking’ subterráneo en Sant Jordi

También concluye que este núcleo urbano se ha convertido en «el aparcamiento disuasorio de larga estancia del aeropuerto»

Recomienda que se regulen los terrenos que se usan como ‘parking’

Vehículos aparcados en la zona comercial de la avenida dels Saliners, en la que se propone un aparcamiento subterráneo. | J. A. RIERA

Vehículos aparcados en la zona comercial de la avenida dels Saliners, en la que se propone un aparcamiento subterráneo. | J. A. RIERA / eugenio rodríguez. eivissa

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El estudio previo de movilidad de Sant Jordi encargado por el gobierno municipal del PP sostiene que la densidad de vehículos estacionados en este núcleo es «muy elevada», lo cual influye «negativamente» tanto «en el confort de los peatones» como en «la estética visual de la zona». Tal como denuncia reiteradamente el alcalde, Vicent Roig, el estudio de movilidad también señala que uno de los problemas de la falta de aparcamiento en este núcleo urbano es el hecho de que se ha convertido en «un aparcamiento disuasorio de larga estancia del aeropuerto». Por ello, se propone la implantación de «la zona azul» para «disminuir la densidad de vehículos estacionados y aumentar la oferta de plazas para los vecinos y visitantes».

El equipo de gobierno ya ha previsto implantar la zona azul los próximos meses de verano, pero como una prueba piloto, según anunció el alcalde en el último pleno municipal. En concreto, Roig prevé contratar a una empresa, a través de un contrato menor (por debajo de 15.000 euros) para que controle la rotación obligatoria cada dos horas como máximo de los vehículos que estacionen en la zona azul, proyectada en la calle Timbal y los alrededores de la plaza, así como en el aparcamiento situado junto al colegio de Sant Jordi.

Zona azul en verano gratis

Esta zona azul será gratuita, según el alcalde, y funcionará de lunes a sábado con la finalidad, según dijo en el pleno, de que esta zona no siga funcionando como «el aparcamiento del aeropuerto». Muchos viajeros dejan sus vehículos en Sant Jordi y desde ahí utilizan el transporte público para trasladarse hasta el aeródromo, lo que provoca la falta de espacio para aparcar en este núcleo urbano.

El estudio previo de movilidad señala que en Sant Jordi hay 1.783 plazas de aparcamiento, 1.139 en la calzada y 644 en solares. La cifra se ha calculado a partir de las fotografía aéreas disponibles y las visitas de campo efectuadas por los redactores del estudio de movilidad. En concreto, en la vía pública, al margen de las 644 plazas en aparcamientos disuasorios, hay 1.077 para vehículos ligeros, 31 para carga y descarga, 22 para personas con movilidad reducida, seis para la carga de vehículos eléctricos y tres para la Policía Local.

Zona azul delimitada en el área comercial de la avenida dels Saliners que ni se aplica ni controla.

Zona azul delimitada en el área comercial de la avenida dels Saliners que ni se aplica ni controla. / VICENT MARÍ

Otro de los problemas que apunta el estudio es la ausencia de señalización horizontal y vertical que regule las plazas de aparcamiento, lo cual provoca que en muchas calles de doble sentido en las que no está prohibido estacionar, «se produzcan conflictos de paso entre dos vehículos». Esto sucede, por ejemplo, según concreta el estudio, en la calle del Tren y la de les Escoles Noves.

Mercadillo del hipódromo

El mercadillo que se organiza los sábados en el hipódromo de Sant Jordi atrae a mucha gente y genera «una necesidad significativa de plazas de aparcamiento». Para cubrir esta demanda, se echa mano de los terrenos adyacentes que se utilizan como parking disuasorios. El estudio previo de movilidad indica que, según la normativa, el Consistorio debe regular estos aparcamientos, al tiempo que agrega que este evento podría llegar a considerarse como «un gran centro de movilidad» que regula la ley balear de Urbanismo.

Sólo el aparcamiento disuasorio de tierra situado junto al colegio de Sant Jordi está regulado. En cambio, según el estudio, no lo están los cuatro terrenos que están junto al hipódromo ni el solar situado en la esquina de las calle Sindicalista Margalida Llogat y el de ses Monges.

Entre las propuestas del estudio para la mejora del aparcamiento, destaca la reordenación de las plazas situadas tanto en la zona deportiva de Can Guerxo como en la zona comercial de la avenida dels Saliners (la antigua carretera del aeropuerto). En este último caso se plantea, además, la construcción de un aparcamiento subterráneo. Precisamente, un problema destacado es que muchas de las plazas de aparcamiento, como los de esta zona comercial, no tienen las dimensiones mínimas, lo que genera problemas e incomodidad a los usuarios.

Asimismo, el estudio recomienda que, para «mejorar la fluidez del tráfico», se regule el estacionamiento en las calles mediante la instalación de señales verticales y horizontales. Así, se propone que en las vías que, por espacio, sea posible se delimiten bandas de estacionamiento de entre 2,2 y 2,5 metros que se diferencien del carril de circulación. Del mismo modo, se aconseja que en las calles de doble sentido en las que no haya espacio suficiente para ubicar una banda de aparcamiento, se prohíba el estacionamiento de vehículos.

Campaña de 17.000€ para ‘vender’ que Sant Jordi es para peatones

El Ayuntamiento de Sant Josep ha aprobado el presupuesto de poco más de 17.000 euros presentado, a petición del equipo de gobierno, por la agencia de publicidad catalana Margot Creative Builders SL para una campaña para «informar y concienciar», tanto a los peatones como a los conductores, de «las mejoras que supone hacer el municipio [sic] de Sant Jordi de peatones», según el decreto emitido por el alcalde, Vicent Roig. Para ello, agrega, se hará una campaña a partir del estudio de movilidad que incluirá estrategia, creatividad y diseño.

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