Deporte inclusivo en Ibiza: Mucho más que un entreno

El Club Deportivo Sincro Ibiza ofrece a la Asociación de Deporte Adaptado de Ibiza y Formentera una clase de natación sincronizada en la que una veintena de jóvenes comparten risas, consejos y hasta una pequeña coreografía al ritmo de Luis Fonsi

Suenan los primeros compases de la canción ‘Échame la culpa’ del puertorriqueño Luis Fonsi y las palmas de una veintena de jóvenes comienzan a sonar al ritmo de la música. El ambiente en la piscina de Can Misses empieza a animarse. Se trata de una nueva jornada, la última, de la cuarta edición del Circuito Deportivo Inclusivo organizada por el Consell de Ibiza y en la que los jóvenes de la Asociación de Deporte Adaptado de Ibiza y Formentera (Addif Club) se ponen a prueba en diferentes modalidades deportivas. En este caso, la jornada inclusiva se hace en colaboración con el Club Deportivo Sincro Ibiza.

El grupo entero en la piscina de Can Misses. | V.M.

El grupo entero en la piscina de Can Misses. | V.M. / B.Roselló

Con la letra de Luis Fonsi, las alumnas de la formación se lanzan al agua junto a los integrante de Addif. En total suman una veintena, ocho niñas que sí practican este deporte y otros doce que lo prueban por primera vez.

Dentro del agua todos se muestran cercanos y divertidos. Las nadadoras, durante todo el entreno con un ojo en los alumnos de la Addif, pendientes de ellos. Éstos, maravillados con la natación acompasada y rítmica que logran las adolescentes. Una admniración que les demuestran con una gran ovación, gritos y aplausos a más no poder, tras disfrutar de una pequeña demostración de nado a braza en línea recta para luego juntarse en el centro de la piscina creando la forma de una circunferencia para acabar uniéndose por los pies y formar una estrella con las piernas.

La monitora del CD Sincro Ibiza, Marcela Ribas, anuncia que ahora es el turno de repetir el ejercicio todos juntos. Aunque hay aspavientos y mucha incredulidad por parte de los jóvenes de Addif, incluso algunas negaciones con la cabeza al ver la dificultad, las alumnas de sincro se intercalan en el grupo y animan a los alumnos del deporte adaptado.

Finalmente, unos y otros, todos juntos, logran componer la fila recta, nadar a braza (con algún chapoteo) y, aunque difícil, pero no irrealizable, logran formar la circunferencia. El grupo decide acabar la coreografía al ritmo, esta vez, de la canción ‘Despacito’, también de Luis Fonsi, con un pataleo de piernas y dejar la figura de la estrella para otro día. Alguno va más allá y se atreve a efectuar una voltereta debajo del agua, siempre bajo la atenta mirada de las nadadores del club de sincro.

Los jóvenes de Addif y las nadadoras en la piscina. | V. MARÍ

Los jóvenes de Addif y las nadadoras en la piscina. | V. MARÍ / B.Roselló

Antes de ponerse con la pequeña coreografía, la jornada ha empezado con un calentamiento y con las indicaciones de Marcela Ribas para desenvolverse en el interior de la piscina. Para ello, practican con garrafas de agua, que les permite mantenerse a flote ,y usando churros de espuma como flotador.

Ribas, con 40 años de experiencia en esto de enseñar a nadar a varias generaciones, se muestra más que satisfecha con la jornada especial de entreno. Y es que la experiencia inclusiva no es gratificante solo para los jóvenes de Addif, también lo es para las nadadoras del CD Sincro, que ayudan a transmitir confianza a los no tan expertos en el agua. «Está siendo muy reconfortante para mí, pero también para las niñas», señala Marcela Ribas.

«Es increíble para ellas porque están ayudando a chavales que no tienen las mismas condiciones que ellas. Se dan cuenta del agradecimiento que sienten, de lo bien que se lo están pasando y lo que están disfrutando», analiza Marcela, mientras busca las canciones de Luis Fonsi, previa petición de los jóvenes de Addif, para que suenen a través del altavoz.

Marcela Ribas da instrucciones a expertos y noveles en la piscina de Can Misses. | VICENT MARÍ

Marcela Ribas da instrucciones a expertos y noveles en la piscina de Can Misses. | VICENT MARÍ / B.Roselló

La monitora de Addif, Laura Marí, sigue cada uno de los movimientos de los jóvenes desde el bordillo de la piscina. Explica que entre semana los jóvenes con algún tipo de discapacidad practican ejercicio entre ellos y es con el circuito de deporte inclusivo cuando lo hacen junto a miembros de clubes de diferentes modalidades ya sea pádel, fútbol o baloncesto. «Salen beneficiados tanto los chicos de Addif como las niñas que no tienen discapacidad. A la hora de socializar practicando deporte aprenden muchos los unos de los otros», indica.

La de ayer era la última jornada de esta cuarta edición del Circuito Deportivo Inclusivo, aunque Marí avanza que ya se está trabajando en la quinta edición de la iniciativa que selecciona dos clubes deportivos de cada municipio para desarrollar las actividades de forma conjunta.

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