Los quioscos de playa de Formentera no abrirán hasta mediados o finales de julio

Los quioscos de playa de Formentera comenzaron a montarse a finales de la pasada semana, después de que se firmara el acta de replanteo de cada uno de ellos, con una semana de retraso sobre la fecha prevista. De esta forma se amplía todavía más la previsión que habían hecho sus titulares, por lo que empezarán a abrir en el segunda quincena del mes de julio. No obstante, algunos tardarán más, sobre finales de ese mes, como es el caso del de Cala Saona.

La firma del acta de replanteo era el último trámite administrativo que debían sortear los adjudicatarios para empezar a montar las instalaciones en las ubicaciones precisas. Los funcionarios del Govern balear, de la dirección general de Costas, se desplazaron a mediados de la pasada semana para las firmas de las correspondientes actas (el Estado transfirió las competencias a la Comunitat Autònoma en 2023). Se trata de un documento administrativo fundamental para poder empezar a montar los chiringuitos, que ocuparán 50 metros cuadrados entre el bloque principal, la terraza y el baño. Otra novedad es que tienen reconocido el servicio de restauración, cuando hasta ahora era solo de bar.

Formentera seguirá sin quioscos en las playas al menos hasta final de mes

Las empresas que ganaron el controvertido concurso de quioscos en el litoral de la isla son las siguientes: en Cala Saona y con el lote 3, Mar y Playa 2 S.L.; en la playa de es Pujols, con el lote 19, la empresa Apartamentos Castavi S.A., y en el lote 24, Paraíso de los Pinos S.A. En Migjorn, Delle Cittorie S.L., y también, con el lote 38, Monolisto 2016 S.L. En la misma zona está el lote 43 para Far Away la Mola S.L., y en es Ca Marí, Ojalá Formentera 3 S.L.

Finalmente, el quiosco de es Caló des Mort, en es Copinar (lote 27), fue adjudicado de forma definitiva a Bartolomé Torres, que era el anterior titular y que es el único que ha logrado mantener la titularidad, ya que la oferta que quedó delante de la suya no completó la documentación, por lo que finalmente la mesa de contratación la desestimó y acordó la adjudicación a su favor el pasado 23 de mayo.

Lo cierto es que la apertura de estas instalaciones será en fechas diferentes en cada caso, ya que algunas presentan más dificultad en el montaje debido a su ubicación. Es el caso del quiosco de Cala Saona, donde ayer dos operarios estaban ya montando la estructura de madera, prácticamente colgada en una elevación del terreno.

La estimación que hicieron es que todavía les quedan alrededor de tres semanas de montaje y que luego será el momento de instalar la electricidad (placas solares) y los baños, por lo que en este caso calculan que se podrían demorar hasta finales del mes de julio.

En cambio, uno de los quioscos de la playa de es Pujols abrirá antes; calculan que será para dentro de dos semanas, ya que prácticamente está terminada la estructura de madera y luego será el momento de crear las instalaciones de luz y aseos. Lo mismo ocurre con un segundo quiosco que se está montando en esta playa, que lleva prácticamente el mismo ritmo.

Uno de los empresarios, Juanjo Costa, que ganó el concurso de un quiosco en la playa de Migjorn que va a llamar ‘Amagatai’, explicó ayer: «Estamos montando a toda marcha después de la firma del acta de replanteo». Precisó que han estado trabajando todo este fin de semana «sin parar».

En este caso, señaló que la previsión es poder abrir entre el 10 y el 15 de julio: «Vamos a ver cómo evoluciona todo, porque cuando acabemos la estructura de madera tienen que entrar los industriales, el electricista a poner tubos y demás. Seguiremos trabajando todos los días», indicó.

La adjudicación del concurso de los quioscos de Formentera se ha retrasado meses debido a que el presidente del Consell, Llorenç Córdoba, era partidario de anularlo, convocar uno nuevo y de forma temporal adjudicar estas instalaciones temporales a los anteriores titulares, que no habían sido las empresas mejor valoradas por la mesa de contratación. Sin embargo, éstas le recusaron, aunque Córdoba renunció de forma voluntaria a seguir liderando el proceso administrativo para dejarlo en manos de una junta extraordinaria de Gobierno, que adjudicó siete de los ocho quioscos el 26 de abril.

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