Coses Nostres | Valiosos microarrecifes litorales en Ibiza

La ‘tenassa’ o ‘vermet mediterrani’ es un peculiar, amenazado y poco conocido molusco que también se ha encontrado en la masificada costa de la bahía de Portmany

'Tenassa' localizada en la bahía de Sant Antoni.

'Tenassa' localizada en la bahía de Sant Antoni. / Cristina Amanda Tur

@territoriocat

Es una pequeña caracola que forma conchas en forma de tubo sujetas al sustrato y que crea colonias en la primera línea de costa, en el intermareal. Es la única especie que crea arrecifes en el litoral mediterráneo, bioconstrucciones que aportan hábitat a otras especies, filtran agua, protegen de la erosión y también proporcionan información sobre las variaciones del nivel del mar en miles de años. Su nombre científico es 'Dendropoma lebeche' y en las islas se conoce como 'tenassa' o 'vermet mediterrani', aunque hay que especificar que 'tenassa' es un término con el que, en catalán y de forma más amplia, se denomina a todo el hábitat que conforman sobre la roca litoral combinaciones de conchas de moluscos y algas calcificadas; en los intersticios de los tubos del 'vermet' se instalan algas rodofitas incrustantes que cementan toda la estructura. Para denominar a estas bioconstrucciones también se usa a menudo el concepto trottoir de vermétidos.

Y uno de estos microarrecifes de 'Dendropoma lebeche' se ha localizado ahora en la bahía de Sant Antoni, cerca de Port des Torrent, una zona altamente masificada y con graves impactos de origen antrópico, entre ellos emisarios y aliviaderos de vertidos de aguas sin depurar en las cercanías de los microarrecifes. Además, los ecosistemas de esta bahía también podrían verse alterados por el paseo marítimo que pretende construirse desde Cala Gració hasta Port des Torrent. En este sentido, hay que destacar que el hecho de que esta especie esté protegida deberá considerarse a la hora de llevar a cabo cualquier intervención en el lugar en el que se encuentra; el 'vermet mediterrani' está incluido en convenios internacionales como el de Barcelona o el de Berna y figura en la Directiva Hábitats, en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en la Llista vermella dels invertebrats marins del mar balear.

En el año 2018, tras un estudio en el que se determinó que 'Dendropoma lebeche' estaba ampliamente distribuido en Balears, la conselleria de Medio Ambiente solicitó su exclusión del catálogo de especies amenazadas. Sin embargo, el comité científico del ministerio consideró que no podía asegurarse que la especie no estuviera en regresión y valoró su especial vulnerabilidad a los impactos humanos, su escasa capacidad de dispersión, su crecimiento lento y su relevancia biológica. Asimismo, recordó que los convenios internacionales obligan a una protección estricta. «Si la especie está amenazada en su conjunto, resultaría contradictorio excluir su régimen de protección en aquellas regiones costeras donde todavía existan poblaciones relativamente saludables. Por el contrario, estas zonas serían merecedoras de extremar su protección para garantizar la supervivencia de la especie», se sentencia en el dictamen del comité.

Por otro lado, fue precisamente en Cala Gració, que forma parte de la badia de Portmany donde el molusco 'Dendropoma' fue citado por primera vez en Ibiza. Era el año 1954 y la especie aún estaba identificada como 'Dendropoma petraeum', que hoy sabemos que es un complejo de al menos cuatro especies. La especie 'D. lebeche' no fue descrita hasta 2016, después de que investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) determinaran que existían diferencias genéticas entre las colonias; es decir, descubrieron que había en realidad cuatro especies distintas en diferentes subcuencas del Mediterráneo. Y la especie propia del Mediterráneo occidental, un endemismo, fue bautizada como 'lebeche' por el viento 'llebeig'.

Los tubos de este molusco gasterópodo pueden medir alrededor de dos centímetros, mientras que la abertura es de unos dos milímetros de diámetro. Este pequeño animal colonial puede encontrarse hasta una profundidad de tres metros, pero su nicho característico es la zona rocosa con un continuo vaivén de aguas, la rompiente, donde los caracolitos se adaptan como minipríncipes de las mareas.

Ciencia ciudadana

SEO/Birdlife y el Servei de Protecció d’Espècies del Govern tienen en marcha un proyecto de recogida de datos de una serie de invertebrados marinos en riesgo. Entre ellos están la nacra ('Pinna nobilis'), en peligro crítico de extinción, y el tritón o corn ('Charonia lampas'), la nacra de roca ('Pinna rudis') y la 'tennassa mediterrània', catalogadas estas tres como especies vulnerables. En la lista también están el centollo ('cranca' de Balears/'Maia squinado'), la gorgonia roja ('Paramuricea clavata'), el coral rojo '(Corallium rubrum'), la madrépora mediterránea ('Paramurieca clavata'), el 'llamàntol' o bogavante ('Homarus gammarus') y la cigala ('Scyllarides latus'). Todos ellos con poblaciones en declive. Y aunque la prioridad de la campaña son las especies más amenazadas, principalmente lanacra, puede comunicarse la observación de cualquiera de ellas a través del mail especies@dgmedinatural.caib.es (también existe el proyecto nacras en observadoresdelmar.es)

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