Música

La Plazuela, el grupo que acerca el flamenco a la electrónica: "Llenar una plaza de toros no te hace ser nada"

Los granadinos presentan el EP 'La Caleta' junto al cantaor David de Jacoba, el último que acompañó a Paco de Lucía en sus giras, y los productores Texture

El cantaor David de Jacoba y el dúo La Plazuela, en Madrid.

El cantaor David de Jacoba y el dúo La Plazuela, en Madrid. / ALBA VIGARAY

Ángeles Castellano

"Creo que estamos aprendiendo cuál es nuestro lugar ahora mismo. Llenamos la plaza de toros de Granada, algo que yo había soñado desde niño, pero luego tienes que seguir haciendo tus cosas de persona normal, del día a día. Llenar una plaza de toros no te hace ser nada". Quienes dicen esto son los componentes de La Plazuela, al que no hay que identificar como un grupo de electroflamenco. El dúo lo conforman Manuel Hidalgo -Indio- y Luis Abril -Nitro-, que dice estar aprendiendo cuál es el lugar del grupo. Son amigos desde su infancia en Granada, donde los dos nacieron en 1998. Comenzaron como muchos, tocando con una guitarra las canciones de otros -Pata Negra, Manzanita o Los Chichos- y experimentando con la electrónica. Pero han crecido tanto gracias al éxito de su primer disco, Roneo Funk Club (Universal Music, 2023) -en sus últimos conciertos han vendido en torno a las 10.000 entradas-, que se han mudado a Madrid para poner en la capital su base de operaciones. Aunque, como se ha dicho, no es un grupo de flamenco electrónico, la influencia del flamenco siempre estuvo en la base. Ahora han decidido acercarse aún más a él de la mano del cantaor David de Jacoba (Motril, Granada, 1985), desde una propuesta que parte de la música electrónica y que no se aleja demasiado del estilo que les ha dado a conocer, en el que es fácil reconocer elementos del house o el funk.

El encuentro entre el grupo y el vocalista no tuvo lugar en Madrid, aunque buena parte del EP que han compuesto y grabado juntos se haya registrado en la capital. Todo empezó en La Caleta, pero no en la gaditana, sino en la de Salobreña (Granada), "el primer sitio en el que quedamos con David", explica Luis. Y así han decidido nombrar a la colección de cinco canciones que acaban de lanzar en la que, de fondo, se llega a escuchar el mar. "David nos había escrito para decirnos que nos gustaba lo que hacíamos y nosotros ya lo admirábamos desde antes, pero antes de meternos juntos en el estudio queríamos conocernos, ver si teníamos la misma forma de pensar en cuanto a la música".

Hubo flechazo, y el resultado son estos cinco temas que respetan el compás de algunos palos del flamenco, pero que se estructuran como canciones pop. "Cada tema tiene su historia", explica Luis. "Pero nosotros no hacemos cantes flamencos como haría un cantaor en un tablao, por ejemplo", añade Manuel. "Usamos la estructura típica de la canción pop: estrofa, puente, estribillo... También el tipo de letra. Pero sí utilizamos mucho, como referencia, las melodías que hay en el flamenco".

El cantaor David de Jacoba y el dúo La Plazuela, en Madrid. Juntos publican el EP 'La Caleta'.

El cantaor David de Jacoba y el dúo La Plazuela, en Madrid. Juntos publican el EP 'La Caleta'. / Alba Vigaray

Cinco canciones sin remezcla

Los cinco temas que forman parte de La Caleta tienen orígenes diferentes: una parte de una melodía del cantaor, otra de una idea del grupo... Pero en todas prima una idea: no superponer un cante con unas bases preexistentes. Las canciones se construyeron de manera orgánica, con instrumentos tocando armonías para arropar el cante de David de Jacoba. Después, algunos fueron sampleados.

Las Alegrías de La Ragua, el tema que abre el EP, surgió de una melodía de David de Jacoba, que dice recordar de una película india antigua que vio de niño en su casa. "Creo que ha sido la cosa más bonita que he escuchado en muchísimo tiempo", dice Luis. "Yo justo estaba componiendo una falseta [una frase en la guitarra] por bulerías, e intenté encajarla con esa melodía". La cosa no funcionó, y terminaron siendo dos canciones diferentes: las alegrías y Bulerías de La Guardia.

Para La Rumba de los bajos, la canción con el estribillo más pegadizo y fiestero del EP, llamaron al estudio de grabación a "unos cuantos músicos", dice Manuel. "Una de las complicaciones de este tema es que queríamos que aparecieran todos los instrumentos, armonizarlo todo en favor de la letra que cantaba David".

Calabajío y De color cierran el disco. "Yo saqué un single, De color, que había hecho pensando en ellos, porque me motivaron mucho con sus Tangos de Copera", explica el cantaor. "Ahí están cantando por tientos, pero le meten una música muy actual". Entonces, dice, quiso hacer algo parecido. Empezó por malagueñas y verdiales, pero terminó encontrando una seguiriya. "Siempre pensando en ellos", aclara. Cuando contactó con La Plazuela, les envió la canción. "Ellos ahora han hecho un tema en condiciones", dice con una sonrisa.

El flamenco como fuente

La Caleta no se aleja del sonido que crearon en Roneo Funk Club, aunque no lo consideran un disco de La Plazuela: "Para nosotros es una investigación, un proyecto aparte del grupo, más pensado para disfrutar de la música y compartirla", dice Luis.

Es uno de los grupos emergentes andaluces que defienden la herencia de su tradición musical para adaptarla a las músicas de su tiempo. En la línea de otros como Califato 3/4 o los Derby Motoreta's Burrito Cachimba, se acercan al flamenco como una manera de reivindicar su lugar de procedencia. En sus letras se mezclan la poética heredada con las preocupaciones propias de unos chavales de su edad. "En Andalucía se está rompiendo esa barrera de que si te gusta la tradición significa que eres conservador", explica Manuel sobre la identidad del grupo y de su generación. "El flamenco es la cultura de nuestra tierra y si nos sentimos identificados con esta identidad, hay que ponerlo en alza". Y añade: "Tenemos la suerte de haber nacido en Andalucía y tener ese cacho de bagaje cultural, y nos gusta remarcarlo, aunque también nos gusten otros estilos de música que proceden de otros lugares".

Para ellos, mezclar el flamenco con la electrónica es algo natural. "Al final, el cuatro por cuatro del compás de unos tangos es el mismo que en electro", dice Manuel. "Ese camino está hecho ya, lo que hay que buscar es una estética sonora distinta". Luis asiente. "Para que de verdad tenga sentido esta mezcla hay que darle intenciones, los códigos de cada cosa, darle cariño para que de verdad tenga sentido, y eso es lo difícil".

Es esto lo que deslumbró a David de Jacoba y le hizo acercarse a ellos: su música ofrece la posibilidad, explica, de que el flamenco llegue a un público más numeroso. "Es una música muy fresca, actualizada y con mucha alegría y mucha potencia", indica. Y añade: "Yo sé que el flamenco no es el estilo de ellos, pero sí que sienten flamenco". ¿Y qué significa sentir flamenco? "Los flamencos nos rompemos la camisa cuando algo nos gusta mucho. Yo al Nitro lo veo partirse la camisa escuchando un fandango de Camarón, o de Enrique [Morente], es fácil", dice entre las risas de los componentes de La Plazuela.

David de Jacoba, que tomó el nombre de su abuela, es un cantaor conocido en el flamenco. Sobre todo, por haber acompañado a Paco de Lucía en sus tres últimos años de carrera, pero además, por haber compartido escenario con artistas muy reconocidos: Joaquín Cortés, Enrique Morente, Tomatito, Niño Josele o el bailaor El Güito. Tiene una voz inconfundible, un eco gitano profundo y doliente. Como suele ocurrir en el cante, en su carrera tiene un mayor espacio el directo. Tan sólo ha publicado un disco, Jubileo (2014), y ahora prepara el segundo, impulsado por el encuentro con La Plazuela.

No tiene prisa, dice el cantaor, que ya tiene preparados "cuatro o cinco temas". Pero el camino es el abierto por La Caleta. "Algunos serán cantes flamencos, pero en otros veremos si se me ha pegado algo de La Plazuela".

El grupo granadino también trabaja ya en su segundo disco, que anuncia continuidad en el estilo y mejoras en la producción. Pero lejos de sentirse cómodos por el éxito del primero, ahora sienten una presión mayor. "El éxito del primer disco no te da confianza, te la quita", dice Luis. Manuel añade: "Ahora sentimos la presión de ver si somos capaces de mantenernos con lo que hemos estado haciendo hasta ahora".