Selectividad

Segundo de bachillerato un golpe de realidad

Roger Juan Torrents

Mi nombre es el de un estudiante indeterminado de segundo de bachiller. Soy joven, y por lo tanto, no tengo ni idea de nada, de modo que todo lo que sé es tan solo lo que veo. Aquello que he visto han sido compañeros ambiciosos y soñadores: futuros médicos, arquitectos o ingenieros informáticos. Pero ahora echo la vista atrás y solo veo esperpento. Segundo de bachiller no es moco de pavo, y requiere esfuerzo, esfuerzo eficiente. Sin embargo, el trabajo exigido en los últimos años era propio de primaria, y nadie tampoco nos enseñó a trabajar. Así pues, primero de bachillerato lo recordamos yo y mis compañeros como “un paseo”. Además, el cambio educativo llevó al profesorado a evaluar de una forma nueva que no conocía, y todo para llevarnos a una selectividad invariable. Sumemos a esto la irrupción de la IA, autora de tantos proyectos. El segundo curso, donde los exámenes son tipo PBAU y los proyectos son mínimos, ha representado un golpe de realidad, en el que se ha hecho presente la falta de preparación, que no de capacidad. Como consecuencia, todo lo que veo ahora son sueños frustrados y caras tristes. Pero bueno, supongo que es lo que implica crecer.