Según informó hoy el cuerpo en una nota, las detenidas, con parentesco entre ellas y a las que se acusa de los delitos de denuncia falsa, estafa y simulación de delito, son M.R.B.J., de 51 años, natural de Pasajes (Guipúzcoa) y vecina de Pamplona, y S.E.R., de 22 años, natural de Huarte y vecina de Burlada, quien tras ser detenida reconoció que la denuncia era falsa.

La investigación de los hechos se inició cuando el pasado 11 de julio M.R.B.J. denunció en el Puesto de la Guardia Civil de Pamplona haber sido víctima de una agresión sexual, cuya autoría atribuyó a un párroco de la cuenca de Pamplona.

La supuesta víctima relató que estas agresiones sexuales habían ocurrido en dos ocasiones, los días 9 y 10 de julio, cuando la mujer acudió a la parroquia a solicitar ayuda económica para poder comprar medicamentos a su madre muy enferma, para lo que aportaba un justificante en el que supuestamente su madre indicaba al párroco quién era y le pedía ayuda.

Sin embargo, según la denunciante, el párroco habría aprovechado la situación para intentar tocarle y decirle palabras obscenas.

Por otro lado, iniciada la investigación, el 13 de julio la otra mujer, S.E.R., familia política de la anterior, presentó en el mismo puesto de la Guardia Civil una denuncia de características similares, en la que manifestaba que diez días antes se encontraba una tarde en la parroquia para solicitar el bautismo de su hijo, cuando el mismo párroco le tocó los pechos.

Las mismas fuentes explican que las investigaciones posteriores permitieron acreditar que el párroco había facilitado dinero a M.R.B.J. para medicamentos y alimentos del fondo de caridad de la Parroquia en varias ocasiones, hasta sumar un valor total de 750 euros, creyendo que verdaderamente se trataba de la hija de una feligresa conocida.

Durante ese tiempo el sacerdote fue víctima de varias estafas realizadas por la mujer, que le enseñaba papeles en los que en unas ocasiones había un resguardo de farmacia con los nombres y precios de medicamentos, que manifestaba eran necesarios para su madre.

Sin embargo, localizada la supuesta madre de M.R.B.J. para la que había solicitado dinero, ésta manifestó que no la conocía.

Por su parte, la segunda mujer denunció haber asistido a la parroquia en horario vespertino, un hecho que se comprobó falso ya que la parroquia permanecía cerrada por las tardes, lo que era conocido por los feligreses de la misma.