Sant Antoni pide a la ciudadanía que denuncie los pozos sin tapar y recuerda que los propietarios están obligados a cubrirlos «para evitar cualquier tipo de riesgo» después de que durante los 10 primeros días de enero, los bomberos hayan rescatado sendos perros tras caer a hoyos sin señalizar en este municipio. Sin embargo, el Ayuntamiento no cuenta con ninguna normativa para sancionar a quienes incumplen esta medida de seguridad.

«No hay ninguna normativa municipal al respecto. Cuando se localiza un pozo destapado se hace un requerimiento al propietario para que lo cierre», señaló ayer a este diario una portavoz del Consistorio, que añadió que los encargados de localizar los pozos son los servicios técnicos municipales, la Policía Local, los voluntarios de Protección Civil y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Además, desde el Ayuntamiento de Sant Antoni remarcaron que los que están «localizables» los tienen controlados y los destapados «normalmente se encuentran en propiedades privadas, la mayoría en terrenos rústicos o en zonas boscosas».

Precisamente anteayer los bomberos del Consell rescataron a un perro que se cayó en un pozo en Can Tomàs, tan solo una semana después de que otro se precipitase a un hoyo sin cubrir. En esta ocasión, el animal cayó a unos 15 metros de profundidad. Una dotación de los bomberos bajó a por el perro y lo izó con un arnés.

El can se encontraba en perfecto estado, según informaron anteayer desde el parque insular, que protagonizó un rescate similar el 1 de enero: «Primer servicio del año, con final feliz», resumió en su cuenta de Twitter el bombero Bruno Roig. Roig y dos de sus compañeros consiguieron rescatar con vida a un podenco andaluz de unos ocho kilos que cayó a un pozo muy profundo, de unos 20 metros, situado también en Can Tomàs. El animal presentaba un «grado de hipotermia bastante avanzado» cuando fue auxiliado por los profesionales del Grupo de Rescate Vertical (GRV) del Consell. «Desde arriba no veíamos al perro, porque en el fondo, que estaba inundado, había un pequeño entrante donde se había refugiado, así que hasta que no llegué abajo no lo vi. En cuanto me vio, se vino conmigo», explicó entonces a este diario el rescatador, Sergi Minyana.

Tras esta intervención, los bomberos advirtieron al Ayuntamiento de Sant Antoni de que el pozo estaba sin cubrir, por lo que, de forma provisional, lo taparon hasta que el dueño del terreno se encargue de ello.