Un total de 19.500 alumnos de Ibiza y Formentera han comenzado esta mañana el curso. La mayoría han regresado a sus centros con ganas de reencontrarse con sus amigos. Hoy han vivido el principio de curso los escolares de Infantil (4.295), Primaria (8.737), Secundaria (4.951) y Bachillerato (1.517) y en las próximas semanas se incorporarán los de Formación Profesional, la Escola d'Arts, la Escuela Oficial de Idiomas, el Conservatorio y la Escuela de Adultos.

Algunos de los centros han recibido a los alumnos aún con obras en marcha. Los alumnos del colegio Sa Graduada han tenido que entrar el centro por la rampa, ya que en la entrada principal aún había obreros acabando la reforma de las escaleras a pesar de que los propios trabajadores aseguraron a la dirección del centro que hoy habrían acabado. En el colegio Sant Carles los alumnos de tres años no han podido entrar en el barracón instalado en el patio, ya que la dirección del centro considera que no es seguro para los pequeños y esperará a utilizar esta prefabricada a que la conselleria balear de Educación instale una barandilla. Mientras, los escolares más pequeños compartirán una misma aula (otra prefabricada) durante el periodo de adaptación, tras el que confían en que haya finalizado la instalación de la barrera. De momento, el espacio está vallado para evitar que los niños puedan hacerse daño.

También han recibido a los alumnos con obras sin terminar los colegios Can Misses, Labritja, Mestre Lluís Andreu de Formentera y Puig d'en Valls, además del instituto Isidor Macabich. En la mayoría de estos edificios la conselleria de Educación, a través del Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (Ibisec), está suprimiendo barreras arquitectónicas o reformando instalaciones obsoletas, como baños.

Educación confía en que todas estas obras estén acabadas durante la primera semana de octubre, según ha detallado la delegada de la conselleria en las Pitiüses, Margalida Ferrer, que ha destacado la "normalidad" del inicio de curso en las Pitiüses así como la "tranquilidad". Ferrer ha reconocido que este curso hay más aulas modulares en los centros de Ibiza y Formentera, pero ha insistido en las buenas condiciones de estos espacios así como que muchos centros educativos los reclaman para poder dividir las clases en varios grupos y aplicar "nuevas metodologías".

Además, ha recordado que en breve se pondrá en marcha el nuevo comedor del colegio Labritja, que está pendiente de un permiso de sanidad.