­Las ganas de despedir un 2013 que no pasará precisamente a la historia por haber sido un gran año, al menos en términos de macro y microeconomía, animó a centenares de ibicencos a salir tras las uvas y darlo todo sobre las pistas de baile, tanto en fiestas privadas, como en discotecas o en eventos organizados por los ayuntamientos y por agrupaciones vecinales.

La despedida de año que organizó la comisión de fiestas de Puig d´en Valls fue un auténtico éxito, como puede verse en las imágenes que acompañan estas líneas. El dj José puso banda sonora a la noche, que terminó con un delicioso chocolate caliente preparado por los propios vecinos, acompañado también por churros. En total, unas 400 raciones y 1.300 churros para reponer fuerzas tras una noche de marcha.

En Vara de Rey la fiesta comenzó antes de las doce campanadas, con lo que muchos tomaron las uvas ya bajo la carpa instalada por el Ayuntamiento. La orquesta Migjorn puso música durante toda la noche. En Sant Josep, Sant Antoni o Santa Eulària hubo fiesta en las carpas instaladas por los consistorios o en algún local habilitado especialmente para ello, como es el caso del Punt Jove de la Villa del Río.

Los vecinos de Sant Antoni disfrutaron de la música revival de los siempre solventes djs de la fiesta La Movida, Petit & Vázquez y con la Soul Family Orchestra, mientras que en Sant Josep actuaron Raggatunning y en Cala de Bou también hubo música en directo durante la noche.

Los hubo que se montaron la fiesta en casa o en la de amigos y quienes se animaron a bailar en las discotecas más famosas de la isla.

200.000 euros en una noche

El espectáculo de cabaret Lío se trasladó a la pista de Pachá por una noche y en Amnesia se concentraron miles de ibicencos bailando en la popular fiesta Music On, donde un ruso y un jeque árabe pagaron, respectivamente, 200.000 euros por sendas fiestas en los reservados de la discoteca de la carretera de Sant Antoni. Si a unos les escoció gastar 80 euros en cena y copas, porque el año no ha dejado demasiado remanente, a otros no les duelen prendas en dejarse en una noche el equivalente a lo que a otros les cuesta treinta años de hipoteca para pagar un piso.

En Formentera tampoco se quedan atrás para celebrar la entrada en el año. Los bares de siempre estuvieron abiertos hasta bien entrada la madrugada y el grupo de versiones Els Tremendos ofreció un mix de temas muy conocidos en la carpa de San Ferran.