Un yate de 78,5 metros de eslora fondeó ayer sin ningún control sobre la pradera de posidonia en la zona oeste de s´Espalmador, en Formentera. El ´Hampshire 2´, con bandera de Islas Caimán, puede haber causado un «daño irreparable», según alertó el biólogo Manu San Félix. El yate, que se construyó el año pasado, arribó a s´Espalmador a media mañana procedente de Palma y sobre las 17.15 horas abandonaba la zona rumbo hacia ses Illetes, donde a última hora de la tarde seguía fondeado.

El servicio de vigilancia de los fondeos (Pitiusa de Ecología se ha encargado este verano de velar por que las embarcaciones no lancen sus anclas sobre la posidonia entre s´Espalmador y Caló de s´Oli) no opera desde el 30 de septiembre, cuando culminó el contrato con la conselleria balear de Medio Ambiente. Pese a que ya no opera el servicio, uno de los vigilantes de la empresa, Iván Moreno, recibió un aviso sobre la presencia del yate sobre el sensible fondo de s'Espalmador y dio aviso a la Guardia Civil. «Nos han llamado porque pensaban que trabajábamos. Por Internet (mapa de localización, ver foto pequeña) se ve perfectamente que la embarcación fondea sobre la posidonia», dijo.

En la misma zona también fondeó ayer durante horas otro yate de 75 metros (´Northern Star´, también con bandera de Islas Caimán), pero, al parecer, en este caso el ancla se lanzó sobre fondo de arena.

San Félix lamentó que actualmente no haya ningún tipo de control sobre los fondeos y advirtió de que el ´Hampshire 2´ debía estar haciendo «muchísimo daño» debido a que había «bastante viento», lo que provoca que el buque garree y arrastre el ancla sobre el fondo . «Lo que arranque [de posidonia] tardará siglos en recuperarse, si es que se recupera», señaló el biólogo, autor de la impactante fotografía del ancla del megayate ´Turama´ arrasando posidonia, en julio de 2011, y que tuvo gran repercusión en todo el país. «Hay que concienciar de que no puede suceder ni una vez más», subrayó San Félix.

La conselleria de Medio Ambiente informa de que el pasado verano han fondeado un total de 2.744 embarcaciones en los campos de boyas contralados entre Ibiza y Formentera y se ha prestado ayuda a 3.282 barcos. El servicio contratado por el Govern ha contado con dos vigilantes y dos lanchas. Iván Moreno recuerda que su función consistía en vigilar e informar a los barcos de que no podían lanzar el ancla sobre la posidonia. «Hay mucha gente que lo había hecho durante bastantes años y no sabía que está prohibido», indica. Se avisaba a la Guardia Civil o a Aduanas para denunciar a las embarcaciones, que, pese a ser informadas, hacían caso omiso y volvían a fondear sobre la posidonia.