Opinión

«Diálogo sereno»

«En poco tiempo Puente se ha convertido en el ministro más polémico del gabinete Sánchez»

No voy a caer en el insulto y en la bronca, terreno en el que los políticos en general y algunos en particular, se mueven como pez en el agua. Parece que les gusta, que le han sacado saborete y se emplean a fondo. A los ciudadanos empieza a resultarnos cansino. Dicho lo cual en lo referente al ministro Óscar Puente, las consideraciones sobre su persona se han convertido en insultos. Los memes están a la orden del día en las redes sociales donde todo cabe, cuando no debería ser así, mientras el ministro da pie un día sí y otro también a incrementar su leyenda.

El insulto más extendido es el de considerarle directamente un «cromagnon» o un «neandertal». A su imagen le añaden pelo largo y ya tienen el meme con el texto pertinente. Sus desencuentros constantes con los periodistas, con el público en general y con la Junta de Andalucía no le favorecen en absoluto. Además, debería ser más comedido y dejar de exponerse de la forma que lo hace en redes sociales de las que es adicto y puede que también adepto. Su espacio favorito como todo el mundo sabe es Twitter (ahora X). Le echa más horas que a su ministerio, Transportes y Movilidad Sostenible. Cierto que con este señor no hay nada sostenible porque las arma pardas. Y eso es una constante desde que accediera a la galería de ministros de Sánchez.

La Junta de Andalucía con la que está a la greña, crítica sus bandazos y le pide «diálogo sereno» sobre infraestructuras. De eso adolece el titular de Transportes: de serenidad. El follón viene dado porque el ministro ha descartado proyectos como la conexión ferroviaria con Marbella o el AVE Sevilla-Huelva-Faro. Lo cierto es que por estos lares, tampoco tenemos nada que agradecerle.

En poco tiempo Puente se ha convertido en el ministro más polémico del gabinete Sánchez. Supera a Yolanda Díaz que sigue con sus bobadicas de siempre pero que ante la potencia del de Valladolid parece que ha perdido un poco de fuelle. El ministro sigue sin cortarse a la hora de expresar sus ideas por descabelladas que sean. Tengo para mí que tenemos los follones asegurados.

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