Toda Ibiza se ‘endiumenja’ en las fiestas de ‘Anar a Maig’

Tradiciones, caballos, podencos, coches y motos antiguas, artesanía... Vecinos de toda la vida, ibicencos de otros puntos de la isla y también turistas tratando de entender qué ocurre en Santa Eulària. Todo esto es el Primer Diumenge de Maig.

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

A las nueve de la mañana de este domingo, nadie de fuera sospecharía la que está a punto de armarse en las calles de Santa Eulària por el gran día de las fiestas de ‘Anar a Maig’. A esas horas hay unos pocos vecinos que se toman el café en terrazas de la zona de la plaza España, runners y algún que otro grupito madrugador de turistas que se sacan selfis con los vehículos expuestos en el passeig de s’Alamera. Además de automóviles y motos, hay maquinaria agrícola, así como puestecitos de mercadillo (de artesanía, joyas, comida...) que comienzan a ponerse en marcha para, apenas unas horas después, recibir a miles de ibicencos (y turistas) de toda la isla con motivo del Primer Diumenge de Maig.

Vídeo: Así ha sido el día grande de Anar a Maig en Sants Eulària

Toni Escandell

La previa del verano

Una jornada de celebración para todos los que aprovechan para desplazarse hasta la Villa del Río y disfrutar de un ambiente que ya huele a verano. Sobre las 10 de la mañana, comienza el pasacalles de la Agrupación Musical Esencia justo enfrente del Teatro España, que minutos antes ha abierto sus puertas por la tradicional exposición de flores y plantas.

La muestra se inauguró el día anterior y este año celebra su edición número 50 con ejemplares de plantas verdes, plantas con flor, crasas, bulbosas, cactus, centros o ramos, entre otros ejemplos.

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'Balladores' vestidas de payesa sobre un carro en el desfile de caballos. / Toni Escobar

«Sabía que se celebraba una fiesta en el pueblo, pero no que también había algo aquí, en la iglesia. Hemos venido a visitarla y nos hemos encontrado con toda esta gente», explica Sofie Debruyne, turista belga, desde el Puig de Missa, cuando apenas queda un cuarto de hora para que comience la misa de las 11. Ella y su marido, Joost Demets, se están dando cuenta ahora de la importancia de este día para la localidad. A lo alto de la colina van llegando muchas personas para escuchar la eucaristía y disfrutar de la ballada posterior, autoridades incluidas.

Este matrimonio ha recorrido España prácticamente de punta a punta, pero esta es su primera vez en Ibiza, donde llegaron el viernes, alojándose en un hotel de la playa de Santa Eulària.

«Es magnífico, me gusta la tradición», valora Joost, que ha querido inmortalizar con su móvil la llegada de los integrantes de la Colla des Broll, por lo mucho que le ha llamado la atención la vestimenta tradicional. El obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, que oficia la misa, también repara en los vestidos de las balladores. «Hoy estas payesas van muy endiumenjades, y nunca mejor dicho». Como las decenas y decenas de personas que, un año más, abarrotan la iglesia, teniendo que quedarse de pie muchas de ellas. El coro parroquial pone la imprescindible nota musical.

Por supuesto, durante la eucaristía, tanto el obispo como el párroco de Santa Eulària, Josep Lluis Mollà, también hacen referencia al Día de la Madre. Sobre las 19.30 horas estaba previsto bajar la imagen de la Mare de Déu del Roser desde la iglesia de Puig de Missa hasta la Capilla de la Virgen de Lourdes, seguida de otra misa.

Tras la misa de la mañana y la posterior actuación de ball pagès, llega, como de costumbre, otra de las citas que más éxito tiene por estas fechas: el desfile de carros, coches y motos antiguos, caballos y podencos ibicencos en el pueblo, con la participación, de nuevo, de la Agrupación Musical Esencia. Antes incluso del final de la misa ya no quedan huecos en primera fila. Centenares de personas inundan las aceras.

Conocer la raza autóctona

«Hace ya por lo menos nueve o diez años que participamos [en el desfile]. Hemos traído a 27 perros de diferentes edades», explica el presidente de la Associació Oficial de Criadors des Ca Eivissenc, Antonio Serra Peixet. Esta misma mañana de domingo, dicha entidad ya ha llevado a cabo una exhibición de podencos en las inmediaciones de la sede del Consistorio. El objetivo es «que la gente vea que tenemos perros ibicencos y que la raza va bien».

«Le damos un detalle a cada uno, no elegimos primero ni segundo o tercer clasificado, porque hoy es un día de una fiesta. Simplemente se otorga un recordatorio para cada uno de los que participamos», añade Peixet.

Tanto en esta exhibición como durante el desfile, son muchos, sobre todo niños pequeños, quienes no pueden evitar acercarse a estos animales y darles algo de cariño. También son estrellas del desfile.

Los podencos son terapia

A su vez, este contacto sirve para dar a conocer la raza autóctona. «También han venido a ver los perros personas que necesitan cuidados especiales, porque nosotros tenemos una sección para esta gente. Estar con estos podencos les va bien, les ayuda», afirma el presidente de la asociación. Ya han comenzado con este proyecto, que —en palabras de Peixet— «le da mucho prestigio a la raza del perro ibicenco»: «Ya vamos a escuelas, a hospitales, a institutos...». Antonio Serra lleva con correa a Llampa, una podenca de apenas tres meses de edad. Una compañera de la asociación lleva a otro de los peques del grupo, Sandokán, que se deja coger en los brazos de su dueña de desfile.

Los pequeños (y no tan pequeños) también son fans de los caballos. Ayada, que tiene 14 años, encabeza el desfile de estos animales y ejerce este domingo de coche oficial: en su carro van los políticos. El cochero es Marc Ferrer, de la finca de Can Malacosta (en Sant Carles). En el segundo carro, justo detrás, quien maneja es su hermana Eva.

«Yo comencé a los nueve años [como participante en este desfile] y ahora tengo 31, así que llevo un par de años. No he fallado en ninguno, solo durante la pandemia, que provocó que no se celebrase», señala Marc. Aunque reconoce que «cada año hay menos carros y menos carreters», también destaca que esta cita siempre tiene mucho éxito: «Aquí se junta toda la gente de Ibiza».

Prueba de ello es que resulta misión imposible encontrar mesas vacías al mediodía en los bares y restaurantes del pueblo, como es habitual en el Primer Diumenge de Maig.

Primera vez en esta fiesta

Juan Antonio Medialdea y Mari Paz Salmerón son de la localidad granadina de Motril y vienen a Ibiza con frecuencia porque tienen parte de la familia viviendo aquí.

«Llevamos una semana en la isla y hoy [por ayer] vamos a estar por el centro de Santa Eulària viendo la fiesta y demás. Es la primera vez que coincidimos con esta celebración», explican. «Mi hermana me ha dicho que estas fiestas son geniales, por eso hemos venido. Mañana [por hoy] lunes ya nos vamos», agrega Mari Paz.

En la jornada de este domingo también hubo mucha música, deporte, gastronomía... Sobre las 20 horas se hizo entrega de los premios de la exposición de flores y plantas. También hubo concierto de Antena Libre y, con la colaboración del Institut d’Estudis Baleàrics, uno de Projecte Mut.

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