Seguridad vial

Los vecinos de sa Cala exigen medidas para acabar con las carreras ilegales de coches y motos

Las carreras ilegales de motos y coches en las carreteras de acceso a sa Cala amenazan desde el pasado mes de octubre la seguridad de los vecinos, que denuncian trompos e invasiones de carril

Momento en el que registran la protesta de los vecinos en los oficinas del Ayuntamiento de Sant Joan.

Momento en el que registran la protesta de los vecinos en los oficinas del Ayuntamiento de Sant Joan. / D.V.

David Ventura

David Ventura

«La gente mayor ya no conduce los fines de semana porque tiene miedo». «Oyes un ruido infernal que resuena por todo el valle y te dices, ya están aquí de nuevo». «Vives con angustia, especialmente los fines de semana». Son las impresiones de los vecinos que este martes al mediodía han entregado en la oficina de registro del Ayuntamiento de Sant Joan una recogida de firmas en la que reclaman medidas para atajar las carreras ilegales de motos y coches que se suceden en las carreteras de acceso a Sant Vicent de sa Cala.

Los impulsores de la iniciativa han recogido un total de 354 firmas, lo cual es todo un éxito ya que en Sa Cala hay censados 336 vecinos. Tanto en el valle como en Sant Joan, el clamor es unánime para exigir que se termine de una vez con unas prácticas que ponen en peligro la vida de los vecinos: «Conducen a velocidades altísimas, te adelantan de manera temeraria, hacen caballitos y trompos invadiendo el carril contrario. Son un auténtico peligro público», explica Gustavo Alcaide, portavoz de los afectados.

Dos vecinos comprueban las firmas antes de entregarlas. | D.V.

Dos vecinos muestran las firmas al concejal de Movilidad. / D.V.

Señala Alcaide que, «afortunadamente», todavía no se ha producido ningún accidente con víctimas, pero que estas carreras ilegales ya han provocado el destrozo de la caseta de contadores de electricidad de una casa, además de la acumulación de basuras que dejan los pilotos.

Relatan los vecinos que estas carreras ilegales se convirtieron ya en una rutina desde el pasado mes de octubre, coincidiendo con la prueba automovilística de la Pujada a sa Cala. Desde entonces, y especialmente durante los fines de semana, las carreteras PM 811 -de Sant Joan a sa Cala- y la PM 810 -de Aigües Blanques a sa Cala- se han convertido en un informal circuito de carreras.

«Hacen un ruido tremendo porque el valle actúa de caja de resonancia, y están hasta las tres o las cuatro de la madrugada», narra María del Mar Fernández, otra de las vecinas: «Da miedo salir por si te los encuentras de frente».

En la entrega y registro de las firmas, los vecinos han sido atendidos por el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Sant Joan, Joan Marí Marí, que ha aprovechado para transmitirles el «apoyo total» del Consistorio a sus reclamaciones. «Ya hemos hablado con la Guardia Civil y les hemos pedido que aumenten su presencia en la zona y que realicen controles de manera regular. Me consta que ya han puesto algunas multas» a participantes en estas carreras ilegales.

Reunión con la DGT

El concejal ha explicado también que han mantenido una reunión con el Consell de Ibiza para tratar esta problemática y que han solicitado un encuentro con la delegación en Balears de la Dirección General de Tráfico para que adopten medidas efectivas para poner punto y final a esta situación.

«Reclamamos que se instale en estas carreteras un radar de tramo, además de cámaras disuasorias para poder captar las matrículas de los vehículos implicados» en las carreras, señala Gustavo Alcaide.

Los vecinos reconocen que el aumento de la presencia de agentes de la Policía Local ya se está notando, y que en las últimas semanas el número de pilotos ha disminuido significativamente.n

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