Obituario

Rafa Riera: pasión por el deporte, la música y la familia

El velatorio tendrá lugar este sábado, de 12 a 18 horas, en el tanatorio de Pompas Fúnebres Ibiza.

Rafa Riera, en una imagen familiar.

Rafa Riera, en una imagen familiar. / DI

Joan Serra

La muerte, inexorable destino de todos, nos ha arrebatado demasiado pronto a Rafa Riera (Ibiza, 1955), amigo entrañable, con quien tantas vivencias compartí y cuya ausencia provoca un enorme vacío en mi corazón. Pero más allá de este desgarro personal, Ibiza pierde también a un personaje que dejó huella en muchas de sus actividades y el recuerdo imborrable de su calidad humana y su bonhomía en todos aquellos que le conocieron.

Gran parte de su vida estuvo ligada al deporte, una de sus grandes pasiones, en el que sobresalió primero como líder del Punic, en el incipiente baloncesto ibicenco de los años 70, y más tarde como profesor. Practicó también la vela deportiva como regatista en las flotillas de Optimist y 420 del Club Náutico de Ibiza. Una histórica foto de 1973 atestigua su condición de destacado deportista durante su época de estudiante de bachillerato: en ella se le ve, con 17 años, a punto de encender el pebetero de las primeras ‘olimpiadas’ del instituto Santa María -el único de la isla en aquel momento- como último relevista de la antorcha olímpica transportada desde ses Fontanelles a Vila. Años más tarde logró acceder al selecto y prestigioso Instituto Nacional de Educación Física (INEF) de Barcelona, donde se formaban como profesores muchos deportistas de élite, y donde se acabaría licenciando, convirtiéndose así en uno de los dos primeros ibicencos con titulación universitaria de Educación Física. Por el camino, sin embargo, tuvo que hacer frente a una grave enfermedad que puso en riesgo su vida, pero que logró superar. Una vez recuperado, comenzó una larga etapa de docencia, aprobó las oposiciones a profesor de instituto y ejerció en la mayoría de los centros de Secundaria de Ibiza (Sa Real, Isidor Macabich, sa Blanca Dona, Quartó de Portmany y sa Colomina), donde educó a varias generaciones de estudiantes ibicencos.

Ávido lector, persona sensible e inquieta, publicó dos libros, ‘Pensaments de l’aire’ (2006), donde dejó plasmadas una serie de breves reflexiones, de trazos poéticos, para «dar forma a lo que bullía» en su interior, y ‘Estació Ibosim’ (2019), un libro de memorias y vivencias de su infancia y adolescencia, contadas con humor, en las que toma como referencia de su universo vital el ya desaparecido ‘Edificio Ibosim’ del ensanche de Vila, donde vivió de pequeño con su familia.

Un programa de radio pionero

Rafa Riera será recordado también por otra de sus grandes pasiones: la música. Una pasión que tuvo ocasión de compartir con miles de jóvenes ibicencos a través de las ondas de Radio Popular de Ibiza, por entonces la única emisora de las Pitiusas, donde condujo Onda Viva, el primer programa musical nocturno sólo en FM que se emitió en Ibiza, en una época -finales de los años 70 y primeros de los 80- en que esa banda de frecuencia y esa franja horaria estaban absolutamente abandonadas en la programación de la emisora. El programa pionero que Rafa puso en antena fue rompedor en ese momento por su formato desenfadado y su contenido, centrado en la música rock que estaba revolucionando el mundo, pero que en España tenía aún una penetración minoritaria. Sus estudios fuera de la isla y luego su dedicación profesional a la enseñanza acabaron apartándole de la radio, aunque la música continuó siendo parte importante de su vida. Una vida compartida desde la adolescencia con Lurdes Costa, la mujer que ha estado siempre a su lado con una entrega absoluta y a la que animó siempre en su trayectoria política, que le llevó a convertirse en la primera alcaldesa de Ibiza. Junto a Lurdes, con la que este año iba a cumplir 40 años de matrimonio, formó una gran familia a la que llegaron primero sus hijos Adriana y Eduard, y más tarde sus compañeros Marcos y Thijs, y sus nietos Nil y Martí, que fueron para él una inyección de vitalidad cuando ya comenzaban a manifestarse las complicaciones neurológicas que limitaban su movilidad y su autonomía, pero que afrontó con un ánimo y una entereza admirables. Rafa partió confortado por los cuidados y el amor de todos ellos, pero seguirá vivo para siempre en el recuerdo y en el corazón de toda su familia y de la infinidad de amigos que le quisimos.

El velatorio tendrá lugar este sábado de 12 a 18 horas en el tanatorio de Pompas Fúnebres Ibiza.

Suscríbete para seguir leyendo